El ultraderechista Jair Bolsonaro obtuvo este domingo un 46 % de los votos en las elecciones presidenciales en Brasil, pero se quedó a un paso del poder y disputará una segunda vuelta el 28 de octubre con el progresista Fernando Haddad, que logró el 29 %.
La victoria de Bolsonaro fue aplastante y muy superior a lo que vaticinaban las encuestas, pero los cuatro puntos porcentuales que le faltaron postergarán la definición, que, de acuerdo a los sondeos, pudiera no ser tan fácil como la primera vuelta celebrada el domingo.
Todas las encuestas publicadas hasta este sábado decían que en caso de una segunda vuelta, Bolsonaro y Haddad estarían empatados en torno a un 45 % de los votos, aunque los resultados de hoy presionan al candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
Si fuera el caso, se mantendría entonces el clima polarizado que ha primado en la campaña para la primera vuelta, en la que el líder de la ultraderecha se ha adueñado casi por completo del campo conservador y sumado apoyo de las influyentes iglesias evangélicas.
Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército fue el primer candidato en dirigirse a votar, en su primera aparición en público desde que el 6 de septiembre fue acuchillado durante un mitin, lo que le causó graves heridas que lo mantuvieron hospitalizado durante tres semanas. Esto le dio las excusas necesarias para no participar en el debate final del que siempre había tratado de ausentarse. Analistas opinan que si Bolsonaro hubiese estado presente en el debate, su votación hubiese sido inferior al 46% obtenido. Esto por su política extrema que dice que impulsará durante su gobierno.
Bolsonaro es un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985) y conocido por declaraciones de tinte machista, racista, homófobo y xenófobo.
Tras el triunfo de primera vuelta pidió a sus seguidores que “continúen movilizados” porque Brasil “no puede dar otra vez un paso a la izquierda” ni “puede seguir flirteando con el comunismo”.
Los numerosos medios de comunicación, muchos internacionales, esperaban la comparecencia del ganador en el hotel en la zona sur de Río de Janeiro, donde los seguidores del ultraderechista se habían congregado, cuando una retransmisión de Bolsonaro en directo en sus redes sociales, sorprendió a todos. Algunos especialistas explicaron que mientras Bolsonero menos hablara, y menos se sometiera a preguntas, acumularía más votos para la segunda vuelta. Esa es su estrategia
Tarde en la noche el presidente del Partido Social Liberal (PSL) Gustavo Bebianno Rocha, entró en la sala de convenciones -coronada con un imponente cartel con la cara de Bolsonaro- junto con otros miembros de su formación pero sin el candidato de ultraderecha.
“Le hubiera encantado venir, pero en función de su estado de salud, los médicos le aconsejaron que no se expusiera a ningún tipo de riesgo, después del esfuerzo de esta mañana, y hasta la policía (le advirtió) ya que existen algunas amenazas”, afirmó Bebianno Rocha para justicar la ausencia de Bolsonaro.
El candidato recibió una puñalada en medio de un mitin el pasado 6 de septiembre que le tuvo ingresado hasta hace apenas una semana. Bolsonado ha sabido sacar el máximo rédito de esta situación evitando el encuentro con los medios y el enfrentamiento directo con sus adversarios.
Haddad, por su parte, se ofreció para “unir a los demócratas de Brasil” y en sus primeras declaraciones tras el cierre de las mesas se refirió de forma indirecta a una de las más polémicas promesas de Bolsonaro, que es liberar la venta y porte de armas para civiles.
“Esta elección pone muchas cosas en juego, muchas cosas en riesgo y vamos con el campo democrático con una única arma: el argumento”, declaró frente a cientos de seguidores que lo aclamaban, a pesar de la enorme diferencia de votos en favor del líder ultraderechista.
Ambos candidatos dieron a entender que mañana mismo comenzarán los contactos con otras fuerzas políticas de cara a la segunda vuelta, para la cual la campaña se reanudará en la televisión el próximo fin de semana.
A pesar de la fuerte polarización en que se sumergió el país en las semanas previas a las elecciones de hoy, la jornada transcurrió con una casi total normalidad y sin incidentes mayores.
Dilma Rouseff derrotada
La expresidenta brasileña Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), perdió la elección de este domingo para un escaño en el Senado por el estado de Minas Gerais al quedar en cuarta posición con un 15,04% de los votos, según los datos oficiales con el 93,17% del censo escrutado.
De acuerdo con los resultados, Rousseff, quien lideraba todos los sondeos previos a las elecciones de este domingo, se quedó muy lejos de las dos primeras posiciones que daban derecho a dos asientos en el Senado por ese estado. Los vencedores para senador por Minas Gerais (sureste) fueron Rodrigo Pacheco, de Demócratas (DEM), quien obtuvo un 20,70% de los votos, y el periodista Carlos Viana, candidato por el Partido Humanista de la Solidaridad (PHS), quien recibió un 20,34%.
Rousseff, quien fue destituida como Presidenta de la República en 2016 por el Congreso Nacional por cargos que nunca fueron bien aclarados en relación a cuentas públicas, se presentó a los comicios para la Cámara Alta en un intento por volver a la vida política.
Unos 147,3 millones de brasileños fueron llamados este domingo a las urnas para elegir nuevo presidente de la República, los gobernadores de los 27 estados del país, los 513 diputados federales y dos tercios del Senado.