Por el equipo de Kradiario

Chile conmemoró hoy los treinta años del Plebiscito de 1988 que ganaron los opositores a la dictadura de Augusto Pinochet y que significó en 1989 el fin de un cruento régimen militar que se extendió durante 17 años tras el derrocamiento y la muerte del Presidente socialista Salvador Allende Gossens.

El triunfo del No en el plebiscito inmortalizó varias canciones, inspiró peliculas, y es el hito esencial que marca el retornó de la democracia en Chile.

Con el plebiscito, Pinochet intentó aferrarse al poder hasta 1997. El 5 de octubre, 7 millones y medio de personas concurrieron a las urnas a decidir entre el NO y el SI.

La campaña por el ‘NO’ es recordada en todo el mundo. El poderoso estribillo de su canción: “Chile, la alegría ya viene” es una reminiscencia que retumba en la cabeza de todos los chilenos. Su triunfo, a pesar de no haber sido contundente -45/56-, se recuerda en el mundo como el comienzo del fin de una época oscura en Chile.

Pero no fue una campaña fácil. En las calles, las tensiones entre militares y partidarios del ‘no’ se sentían en todas partes. Los militares estaban en la disyuntiva entre obedecer al dictador por temor a las represalias o votar decididamente en contra del dictador. Muchos acudieron con miedo a las urnas, temiendo a las represalias. Y es que, para algunos, ambos escenarios eran terribles: la victoria del SI prolongaría el régimen y, por ende, las violaciones a los derechos humanos. Con listas en mano de quienes habían votado, hubiera sido mucho más fácil identificar a los opositores.

En algunos sectores políticos se pensó que de ganar el ‘no‘ los resultados podrían desconocerse  como realmente Pinochet intentó hacerlo, pero fue desmascarado y frenado  por el entonces  comandante en jefe de la Fuerza Aérea y miembro de la Junta Militar, general Fernando Matthei.

En la madrugada del 6 de octubre, la tensa espera sólo fue interrumpida cuando Matthei reconoció ante periodistas -a la entrada del palacio de La Moneda – que el «No» había ganado. Esta declaración y el impacto político mundial que tuvo el resultado del plebiscito no   impidíeron sin embargo que Pinochet siguiera adelante con su “siniestro plan” golpista, destinado a desconocer los resultados y perpetuarse en el poder.

Llegó otra vez la democracia

En 1989 se celebraron elecciones presidenciales y parlamentarias y en 1990, luego de 17 años, Patricio Aylwin reemplazó a Pinochet y se proclamó el primer presidente de la transición a la democracia.

La popularidad de Pinochet en Chile duró varios años tras el fin de la dictadura. Varias veces amenazó con volver al poder tras dos intentonas golpistas al sacar nuevamente a los soldados a la calle en su calidad de comandante en jefe del Ejército chileno,  cargo que mantuvo hasta 1998. Finalmente en sus funerales, en diciembre de 2006, también reunió a miles de seguidores nostálgicos de la dictadura. Sin embargo, 30 años después, su legado es cada vez menos aceptado.

Sus políticas de represión generaron repudio en la mayoría de chilenos. Documentos desclasificados e investigaciones judiciales demuestran las constantes prácticas de persecución, secuestro, tortura, desaparición y asesinato de opositores políticos a su régimen. Varios de los altos cargos de su gobierno fueron juzgados por violaciones de derechos humanos.

Igualmente a medida que pasó el tiempo se conoció la verdad sobre el enriquecimiento ilícito de Pinochet, con platas del Estado (millones y millones de dólares), con el que se “favoreció” él y su familia que hoy aparece como una de las más acomodadas de Chile. Con todo esto el nombre de Pinochet provoca hoy una gran controversia, tanto en los sectores de derecha como de la izquierda, y se lamenta que nunca haya sido procesado debidamente y condenado por sus delitos.

A pesar de esto,  el 5 de octubre de 1988, recordado como “el  día del triunfo del No” para muchos sectores, es una fecha también desconocida para un buen número de chilenos. Un reciente estudio del Centro de Opinión Ciudadana (CEOC) de la Universidad de Talca, sostiene que un 76,1% de los chilenos  no sabe lo qué se conmemora el 5 de octubre.

¿Por qué no se recuerda esta fecha?

Para el  historiador Gabriel Salazar, la jornada electoral del 5 de octubre no penetró en la memoria popular. “La gente más joven no la recuerda. Además, en las poblaciones rememoran más las jornadas de lucha, la memoria de la transición es la de los políticos. Por eso están interesados en recordar este día, es la celebración de ellos mismos». Es solo una fecha”, indica el académico de la Universidad de Chile.

“El plebiscito fue importante porque supuso un no rotundo a la continuidad de Pinochet (foto después de la derrota) por ocho años más. Pero al poner el acento nada más que en el plebiscito se pierden de vista las 22 jornadas nacionales de protesta, que partieron en 1983. Chile estaba demostrando al mundo que era ingobernable bajo el aparato militar. La película que hicieron («No«, de Pablo Larraín) es triunfalista: olvida la movilización popular y el descontento de Estados Unidos junto al capital financiero, son ellos quienes deciden sacar a Pinochet”, añade el Premio Nacional de Historia.

Cristina Moyano, directora del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago, cree que la indiferencia responde a la despolitización de la sociedad. «Que la gente no sepa es normal. Solo han transcurrido treinta años. La Concentración fue privatizando o dessocializando el triunfo el triunfo del No. En los primeros años se realizaban actos de conmemoración masiva, pero a partir del primer gobierno de Michelle Bachelet se privatizó la conmemoración. Ahora que son 30 años se le pone relevancia en esta memoria más fresca, pero es muy probable que esto no esté en el seno de lo social. La lectura de que los partidos posibilitaron el triunfo, de que fue un acuerdo entre las élites, fue permeando y se fue expresando en la manera en que el No se fue conmemorando durante varios años en los gobiernos democráticos», reflexiona la investigadora.

Reacciones de los ex presidentes

El ex Presidente Ricardo Lagos Escobar (2000-2006)  escribió en el diario español El País que “algunos creen que con el paso del tiempo que es posible olvidar el verdadero sentido del plebiscito y que fue una elección de poca trascendencia. ¡No! El plebiscito de 1988 fue el gran parteaguas de la historia de Chile. Ante la historia, el sí y el no fueron y seguirán siendo opciones políticas profundamente divergentes”.

“No solo hay que mirar con «nostalgia» lo ocurrido hace 30 años, sino que es necesario resignificar los principios de ese momento «para volver a encontrarnos con la confianza ciudadana. Lentamente se fueron agrupando aquellos que no creían, pero que empezaban a hacerlo. Fue allí donde se produjo esta confluencia entre dirigentes y dirigidos, en una suerte de confianza en que, a pesar de todas las dificultades, las cosas saldrían bien. Ese era el trasfondo más profundo de nuestra épica: para ganarle a Pinochet debíamos convencer a millones de chilenos de que podíamos soñar con un Chile distinto. Es en este sentido que me parece tan importante a 30 años del triunfo del no, decir que sí; que fue un triunfo de la Política, con mayúscula”, dice Lagos.

Agregó que hoy en Chile  “hay un cierto orgullo de lo que hemos avanzado (en democracia), pero acompañado de un gran malestar,  indicando que en el proceso actual donde los ciudadanos buscan ser escuchados, se ha perdido la sintonía entre los dirigentes y la sociedad “generando un abismo de desconfianza e incredulidad”.

“A 30 años del no, no solo miremos con nostalgia lo conseguido, sino que resignifiquemos los principios de ese entonces para volver a encontrarnos con la confianza ciudadana”, puntualiza.

Otro ex Presidente, el DC Eduardo Frei Ruiz Tagle reivindicó este viernes la labor realizada por la Concertación (coalición de partidos de centroizquiuerda que gobernó hasta el 2013 tras el triunfo del No en el Plebiscito de 1988 y aseguró que gracias a ello el país ha vivido los mejores 30 años de su historia republicana. En medio de la conmemoración de los 30 años del decisivo proceso eleccionario que puso fin a la dictadura, el ex Mandatario expresó su rechazo hacia quienes han criticado el rol jugado por el bloque en la trancisión, como el Frente Amplio y el PC. En una entrevista con Radio Cooperativa, el ex jefe de Estado sostuvo que «los que me vienen a decir que la alegría no llegó, que todo se ha hecho mal, todas las lamentaciones, yo solamente les digo: estos son por lejos los 30 años mejores de la historia de Chile».

En un acto realizado hoy en el Palacio de La Moneda para conmemorar el “No” , el Presidente Sebastián Piñera  señaló en el único discurso del acto: «Yo creo que interpreto a la mayoría de mis compatriotas cuando digo que el 5 de octubre fue un día luminoso».

La ceremonia se desarrolló ante la presencia de ministros, funcionarios de Palacio y pocos representantes de Chile Vamos y sin presencia de la oposición. La  directiva de la UDI (partido de la actual coalición de Gobierno que fue  creado bajo el pinochetismo)  no asistió. Su presidenta Jacqueline van Rysselberghe, a pesar de estar en Santiago, había adelantado que no asistiría.

 «Quiero reafirmarlo una vez más y en forma fuerte y clara: Ningún contexto justifica ni justificará jamás los atropellos a los derechos humanos, los que deben ser sagradamente protegidos y respetados en todo tiempo, lugar y circunstancia», agregando que “eso no significa que no podamos analizar cómo y por qué perdimos nuestra democracia. Los países necesitan memoria para no olvidar pero también historia para aprender»,  expresó el Presidente Piñera.