Cuba entrará este año a una nueva etapa en su desarrollo político-económico con la aprobación de una nueva Constitución que debería ocurrir en el Parlamento cubano unicameral este fin de semana para posteriormente  ser sometida a un referendo popular antes de su aprobación final. Los 605 diputados de la  Asamblea Nacional de Cuba iniciaron hoy el «estudio individual» del anteproyecto de la nueva Carta Magna que deberá aprobarse en el primer pleno ordinario del año entre el viernes y el lunes próximos.

Las diez Comisiones Permanentes de la Asamblea trabajan a puerta cerrada desde este miércoles para debatir las actualizaciones de la Carta Magna vigente (1976), informó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN) en La Habana.

Así comenzaría en Cuba un proceso reformista socioeconómico dirigido a caminar hacia una nueva sociedad semicapitalista, pero  que no aceptará por ningún motivo la concentración de grandes riquezas y limitará a una sola por persona las licencias de negocios. La idea es evitar toda acumulación de riqueza personal en la isla para impedir que se originen desigualdades sociales.

Raúl Castro dejó muy en claro desde abril de 2016 que «no se permitirá la concentración de la propiedad ni tampoco de la riqueza y  la empresa privada deberá actuar bajo límites bien definidos». En esta forma Raúl siguió al pie de la letra las palabras de su hermano Fidel, el líder histórico de la revolución: «socialismo para el pueblo, capitalismo para los inversores y quienes tienen dólares para disfrutarlo».

Esto también está claro en el anteproyecto cuando señala que respecto a la propiedad privada sobre la tierra “se mantiene un régimen especial, con limitaciones para su transmisión y el derecho preferente del Estado a su adquisición mediante su justo precio”.

En síntesis, la nueva Constitución cubana reconocerá la propiedad privada, el mercado y la inversión extranjera, en tanto políticamente repondrá la figura del presidente de la República y del primer ministro, siempre bajo el ojo vigilante del Partido Comunista (PCC), que seguirá siendo el partido único. El texto así lo reafirma:  «el carácter socialista» del sisema político, económico y social, y el papel rector del gobernante y único partido, el PCC,  «como fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado».

El proyecto de reforma constitucional, iniciado bajo la presidencia de Raúl Castro en 2008 y que han quedado en manos de su sucesor, Miguel Díaz-Canel (foto izquierda), el 19 de abril último (leer en KRADIARIO), mantiene como principios esenciales la propiedad socialista del pueblo sobre los medios fundamentales de producción, publicó el diario oficial Granma esta semana.

Tras el triunfo de la revolución en 1959 y casi cuatro décadas de propiedad mayoritariamente estatal, en 2008 el entonces presidente Raúl Castro inició reformas económicas para impulsar el trabajo privado, que hoy suma ya una participación de 591.000 personas y representa el 13% de la fuerza laboral del país.

La nueva Constitución ratificará igualmente la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo económico del país, con las debidas garantías».

Desde la nueva ley de inversiones de marzo de 2014 se han aprobado 110 nuevos negocios con firmas extranjeras, según cifras oficiales. La mayoría de esos emprendimientos son sociedades con el Estado cubano.

Así la pequeña y mediana empresa privada nacerán al amparo de la nueva Carta Magna. Muchos trabajadores ya operan como tales. Así la Constitución debería actualizarse en el reconocimiento legal de la pequeña y mediana empresa y no repetir el esquema de que todos son trabajadores por cuenta propia.

Fin de las Asambleas del Poder Popular

Cuba también volverá a tener una forma de gobierno semejante a la que ostentaba antes de 1976, con presidente y vicepresidente de la República -que seguirá siendo elegido por el Parlamento- y un primer ministro. Sobre este último puesto no se han dado mayores detalles sobre sus funciones y su elección. Igualmente se eliminarán las Asambleas Provinciales del Poder Popular y se sustituirán por un Gobierno Provincial liderado por la nueva figura del Gobernador y su Consejo.

Sin embargo, se mantendrá sin cambios la dinámica de elección presidencial, a cargo del Parlamento, seleccionado entre sus diputados.

El presidente es elegido «por un periodo de cinco años, y puede ejercer ese cargo hasta dos mandatos consecutivos, luego de lo cual no lo puede desempeñar nuevamente», dice la Carta Magna. El período máximo de diez años fue el que cumplió Raúl Castro y que ejercería su sucesor Miguel Díaz-Canel.

La nueva norma dejará en claro el derecho a la no discriminación por identidad de género, que abre el camino al reconocimiento de algunas demandas de tipo laboral, recordándose que en la Cuba de los setenta se expulsaba a los homosexuales  de los centros de trabajo y las universidades. Igualmente se pide en algunas asambleas de trabajadores la legalización del matrimonio igualitario.

La periodista argentina, Claudia Nai, le preguntó una  vez a Fidel Castro sobre la inversión de capitales extranjeros y la construcción de hoteles de lujo en medio del socialismo. Castro respondió: “Es una cosa que tiene que hacer la revolución… para sobrevivir, para vencer los obstáculos que nos ha  traído el derrumbe del campo socialista. Tiene que hacerlo y tenemos el valor de hacerlo y se lo explicamos al pueblo”. Sí, este hotel es muy capitalista, pero es para turistas extranjeros, no para turistas nacionales”.

Los expertos marcan dos hitos en la disminución de ingresos extranjeros a Cuba y por consiguiente la necesidad de reformas: el derrumbe de la Unión Soviética y la caída en los precios del petróleo que desencadenó la implosión económica del benefactor Venezuela en 2015. Esto produjo recortes en las importaciones y asignaciones de energía a las entidades estatales, retrasos en los pagos a los proveedores, estancamiento económico y escasez esporádica.

Los decretos incluyen 129 páginas de nuevas regulaciones que limitarán las ganancias y aumentarán los ingresos fiscales. Es decir, el régimen controlará la producción, mientras procura mayor recaudación a las arcas del Estado.

“Estas medidas son más políticas que económicas”, indica Pavel Vidal, analista cubano del Banco Central y profesor en la Universidad Javeriana Cali en Colombia, quien agrega que “están preocupados por la expansión del sector y las desigualdades”.

Como el socialismo pregona igualdad, de modo que no puede permitir que haya riqueza mientras haya pobreza. Entonces la revolución busca garantizar que nadie, fuera del círculo del poder, se haga rico.

Para realizar un mejor seguimiento de los ingresos con fines impositivos, las pequeñas empresas ahora tendrán que abrir cuentas bancarias especiales y llevar a cabo la mayor parte de su negocio a través de ellas.