Primero fueron los militares, luego otras ramas de las Fuerzas Armadas, siguieron los Carabineros y Gendarmería y ahora la guinda de la torta que faltaba, la PDI.
En las oficinas de la Fiscalía Nacional se recibió una denuncia a fines de junio por los posibles delitos de “omisión de denuncia” y “encubrimiento”contra altos funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) que la hizo un funcionario de la institución que trabajaba como enlace con la entidad persecutora.
Esta denuncia la hizo un propio funcionario de la PDI que trabaja de enlace con la Fiscalía Nacional, el oficial y abogado Alejandro Vignolo Morris, y que a contar de esta semana fue derivada para la indagatoria respectiva a la Fiscalía Centro Norte.
La Radio Biobío informó en exclusiva que el denunciante sería Alejandro Vignolo Morris, abogado, quien habría descrito una serie de hechos irregulares que habrían ocurrido al interior de la Escuela de Investigaciones Policiales (Escipol) y que tendrían su génesis en el actuar del secretario de Estudios, comisario Manuel Muñoz Soto, a quien individualiza como el líder de un modelo de defraudación que habría, al menos hasta marzo, operado en el plantel policial de formación del personal.
La denuncia está en poder ahora del fiscal nacional Jorge Abbott,. Los hechos se refieren fundamentalmente a solicitudes de pago y de beneficios que realizaba en forma constante el comisario Muñoz Soto, vía aplicaciones de mensajería instantánea WhatsApp a un grupo de docentes de la Escuela de Investigaciones Policiales a cambio de mantenerlos como profesores institucionales”. Igualmente habría también pagos realizados por clases que jamás se habrían realizado.
Además de la denuncia, el abogado Vignolo habría entregado en el Departamento V de la PDI (de asuntos internos) también pruebas concretas en relación a los supuestos ilícitos, informó Biobío.
Agregó el denunciante que la plana mayor que dirige Héctor Espinosa estuvo desde un principio al tanto de los hechos.