Por Jessika Krohne

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Los trastornos de ansiedad son el problema de salud mental número uno entre las mujeres en el mundo. En los hombres, también está cada vez más cerca de ser el problema más importante.

En Estados Unidos se dan cuenta de cifras alarmantes: aproximadamente el 18% de la población del país (cerca de 50 millones) han sufrido ataques de pánico, fobias u otros trastornos de ansiedad en el último año. Casi una cuarta parte de la población adulta experimentará algún trastorno de ansiedad en algún momento de la vida. De estos, solo un pequeño porcentaje recibe tratamiento. En Chile, las cifras son muy poco alentadoras y también arroja cifras críticas: La organización mundial de la salud (OMS) indica que 844.253 personas mayores de 15 años tienen depresión, es decir, el 5% de la población. Peor aún, según el informe, otras 1.100.584 personas sufren ansiedad, correspondiente al 6,5% de la población.

Para Lister Rossel, psiquiatra de la Clínica Las Condes, la forma en que se vive hoy es la causa de estas altas cifras. “La modernidad parte cuando no sabemos el nombre de nuestros vecinos, las redes sociales desaparecen, la comunidad empieza a ser remplazada por individuos, y un ciudadano que antes sentía que era parte de un colectivo, ahora es alguien que debe resolver todo solo”, afirma.

El Dr. Edmundo Bourne explica que en el mundo occidental se está experimentando actualmente más estrés del que se había experimentado nunca en ninguna etapa previa de la historia, y es este estrés el que explica la mayor incidencia de los trastornos de ansiedad.

Si bien puede argumentarse que los seres humanos han tenido que lidiar siempre con condiciones sociales estresantes (guerras, hambrunas, plagas, depresiones económicas, etc.), hay varias razones que permiten sugerir que el nivel de estrés general es más elevado ahora que antaño. Eso se debe en gran parte a que nuestro entorno y orden social han cambiado más en los últimos 30 años de lo que han hecho en los últimos cientos de años. Eso de alguna manera produce mucha inseguridad en las personas. La incertidumbre de no saber qué es lo que va a pasar en un  tiempo remoto genera mucha ansiedad.

Para tratar los trastornos de ansiedad se requiere tratamiento psicológico y psiquiátrico. Los tratamientos psicológicos se basan en general en el modelo cognitivo conductual. El objetivo de la terapia cognitiva es ayudar a reemplazar los pensamientos exagerados sobre el pánico, fobias o ideas negativas por hábitos mentales más realistas y positivos. También se trabaja con hojas de registro de actividades, ejercicios de relajación y otras técnicas para enfrentar los trastornos de ansiedad.