Parece casi “un Obispo santo” pero, al parecer, tiene algunos pecaditos como es su abultado patrimonio personal: 12 propiedades y ocho vehículos, que la PDI quiere saber ahora de donde un servidor religioso puede llegar a acumular una fortuna en bienes.

Hablamos del Obispo Eduardo Durán que encabeza la Primera Iglesia Metodista Pentecostal  de Chile y lidera además el Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas.

La Policía de Investigaciones (PDI) lo está investigando por presuntos delitos de lavado de dinero e infracciones tributarias.

Durán figuraba como un modesto obispo evangélico hasta este domingo cuando el diario La Tercera publicó otra versión que hizo cambiar en parte la idea de “santo” que él tenía ante los seguidores evangélicos.

Las indagaciones son reservadas y están siendo conducidas por la Fiscalía de Alta Complejidad de la Zona Oriente.

El fiscal jefe de la unidad, Felipe Sepúlveda, encomendó a la PDI determinar el origen y monto total de los bienes del pastor evangélico.

Sin embargo, hasta el momento no se han solicitado medidas como acceso a cuentas corrientes, intervenciones telefónicas o la ampliación de la investigación a su hijo, el diputado Eduardo Durán Salinas(RN).

En su defensa, el obispo afirmó que estas acusaciones no tienen fundamentos y advirtió que no hay forma de dar cuenta de sus ingresos, ya que la iglesia es un tipo de organización que no tiene el deber de notificar de este tipo de datos a las autoridades.

“Estamos impedidos, no porque quisiéramos poder demostrar nuestros ingresos”, manifestó, añadiendo que no podrían emitir boletas, porque la Dirección del Trabajo no reconoce dependencia laboral entre las organizaciones y ministros de culto, señaló según La Tercera.

Al respecto, el obispo Emiliano Soto, representante de la Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas, realizó un llamado a vivir en la austeridad. Sin embargo, afirmó que se generan suspicacias e investigaciones cuando los ingresos superan lo normal.

En el mismo ámbito, el Servicio de Impuestos Internos emitió una resolución que obliga a las organizaciones sin fines de lucro, entre ellas organizaciones religiosas, a presentar una declaración jurada anual sobre ingresos, desembolsos y otros antecedentes, cuando tengan ingresos superiores a las 12.000 UF anuales. La primera rendición de este tipo debería ser realizada a más tardar el 29 de junio. Ahí se va a saber realmente si Durán sigue siendo  santo o simplemente es un pecador como muchos otros humanos.