Por Martín Poblete

Estamos empezando a conocer los resultados de la convocatoria del Papa Francisco a los obispos chilenos en Roma, del contacto del Papa Francisco con víctimas de abusos, de las reuniones en la Santa Sede del Papa con sacerdotes dispuestos a entregarle mayores antecedentes, y por cierto de la lectura cuidadosa del informe redactado por el Arzobispo Scicluna y su ayudante el Padre Bertomeu;   del conjunto de información reunida, surgen las decisiones comunicadas este lunes.
Durante la visita que realizó el Santo Padre a Chile, en enero pasado,  pidió perdón, en un acto oficial de su programa  para así en el fondo dejar constancia de su preocupación personal por estos hechos y, en general, el malestar de toda la Iglesia y del Vaticano por lo que había en este país sudamericano (ver video).
Como era predecible, Francisco ha dado comienzo a sus medidas de corto plazo con nombramientos de obispos, dos en sedes con titulares sobre los 75 años de edad, Puerto Montt y Valparaíso, uno en reemplazo del obispo Juan Barros Madrid en Osorno.  El Arzobispo de Puerto Montt, Cristián Caro, no aparece involucrado en casos de abusos y/o encubrimiento, se lo acusa de haber asumido la defensa corporativa del Obispo Barros, en esa capacidad habría tenido actitudes en desmedro de las víctimas de abusos así como de la feligresía de Osorno, probablemente habría estado entre quienes desinformaron al Papa.  El Obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar, ha sido mencionado en días recientes en casos de negligencia con posible encubrimiento.
Sin duda, la situación mas delicada estaba en la Diócesis de Osorno, a partir del nombramiento del entonces Obispo Vicario Castrense Juan Barros como titular diocesano en 2015.
Desde ese momento, se alzaron voces protestando por la designación,  haciendo ver su complicidad con la red de abusos del sacerdote Fernando Karadima.
La sustitución del Obispo Barros es solo el punto de partida, vendrán otros nombramientos como parte del ciclo de corto plazo en los planes del Papa para la Iglesia en Chile, tal vez por ello se ha recurrido a nombrar Administradores Apostólicos, cargos en esencia transitorios, sin perjuicio de nombrarlos en definitiva  mas adelante.
En la misma línea, esta semana llegarán el Arzobispo Scicluna y el Padre Bertomeu en su segunda misión, específicamente a Osorno.   Quedan algunas incógnitas, empezando por la permanencia del Nuncio Scapolo en la nunciatura, uno de los principales responsables del desastre sigue dando vueltas, asistiendo a eventos oficiales de la Iglesia, alentando muchas dudas; algo parecido sucede con la continuidad del Cardenal Errázuriz en el grupo asesor del Papa  junto a otros cardenales, dándole presencia en la Santa Sede.