El Gobierno brasileño eliminará el impuesto a los combustibles, la denominada “contribución de intervención en el dominio económico” y desde ya se está apreciando una baja en el precio de las bencinas en las estaciones de servicio de la empresa Petrobras que operan en Brasil.

Así lo informaron los presidentes de ambas cámaras legislativas Eunício Oliveira (Senado) y Rodrigo Maiea (Diputados).

Este es uno de los temas que se abordan hoy con mucha fuerza y esperanza en Brasil. Otro es el de la emigración y en este punto el país desea atraer mano de obra extranjera calificada.

Por otra parte, en la cuestión combustibles, los parlamentarios señalaron que las recientes alzas registradas en los precios del diésel  podría ser mitigado a través de un proyecto de ley que se tramita en el Congreso, el cual restablece impuestos sólo a ciertos sectores de la economía.

Anteriormente, Petrobras ya había anunciado una reducción en los precios de los combustibles a partir de hoy.

En sus cuentas de Twitter, Maia y Oliveira dijeron que la decisión había sido tomada en conjunto con el ministro de Hacienda, Eduardo Guardia. La medida fue una sorpresa,  porque este martes el ministro había calificado como  “reducido” el margen para disminuir los impuestos sobre los combustibles.

Inmigrantes calificados

Paralelamente a esta baja de impuestos, el gobierno brasileño pretende atraer al país inmigrantes extranjeros de alta cualificación profesional, de acuerdo con un proyecto que está siendo tramitado  por el Ministerio de las Relaciones Exteriores (Itamaraty) y se espera que sea promulgado en el segundo semestre de 2018.

“Esperamos promulgarlo a través de una ordenanza conjunta con el Ministerio de Justicia y el Ministerio del Trabajo”, dijo Paulo Gustavo Lamsen de Sant’Anna, jefe de la División de Inmigración del Departamento de Inmigración y Asuntos Jurídicos del Itamaraty.

“Estamos dedicando mucha atención a la normativa que va a tratar de la atracción de mano de obra altamente cualificada al país. En Brasil nunca hubo una política activa para atraer a ese tipo de profesional, que todos los países necesitan para su desarrollo y que son muy requeridos en todo el mundo”, resaltó Sant’Anna.

Ahora, el gobierno brasileño pretende disminuir la burocracia y facilitar las condiciones para que extranjeros cualificados vengan al país. También buscará definir, según Sant’Anna, las “áreas estratégicas en que se podrá hacerlo”.

Además, Brasil también buscará reglamentar el tema de la reunión familiar, que regulariza la situación de personas que vengan al país para unirse con familiares inmigrantes. “Esperamos tener la ordenanza lista hasta el final de esta semana”, dijo a Agência Brasil André Furquim, director adjunto del Departamento de Migraciones del Ministerio de Justicia.

Diana Quintas, directora de Comunicación y Mercadotecnia de la Asociación Brasileña de Expertos en Migración y Movilidad Internacional, declaró este miércoles  que “mientras tenemos menos de un millón de inmigrantes en Brasil, fuera del país viven unos 3 millones de brasileños. Por esa razón, el tema migratorio está lejos de ser un problema para nuestra mano de obra. Si el país recibe a extranjeros es porque hace inversiones, y eso es algo que también va a impulsar nuestra economía”, explicó Quintas.

Informes del Celade

El Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) expresa que la emigración de un recurso humano calificado es concebido como valioso para un país en desarrollo. Esto plantea que el interés por la discusión y el estudio de la migración de mano de obra calificada podría extenderse a nivel de países en desarrollo, sin circunscribirse meramente al éxodo intelectual, ya que por lo demás, es concebible aceptar que el fenómeno se presenta entre esos países y, por supuesto, dentro de América Latina.

En segundo lugar, ante el escaso conocimiento que actualmente se tiene, se necesita indagar qué ocurre con esta migración entre los países de la región, abordando sus posibles especificaciones, explicaciones y consecuencias, como así también explorando la validez de tales proposiciones a través de las orientaciones, características e importancia de los flujos de migrantes calificados, sobre la base de información relativamente confiable.

En tercer lugar, como materia fundamental, resulta pertinente oponer a los aspectos anteriores el accionar de los gobiernos en cuanto a las actitudes oficiales frente a la migración internacional, puesto que su conocimiento dará cuenta de cómo se ha incorporado, junto a la inquietud por el éxodo intelectual, la preocupación por la migración de mano de obra calificada dentro de los países de América Latina. Además, es importante conocer si efectivamente se han buscado soluciones al problema general de la emigración de recursos humanos calificados y la vinculación existente entre lo que se observa en algunos países con la respuesta que asumen sus gobiernos.

Celade señala también en diversas investigaciones y ensayos que «en las últimas dos décadas el interés por la migración calificada tomó un nuevo impulso por parte de académicos e investigadores así como también de muchos gobiernos que comenzaron a ocuparse de sus nacionales calificados en el exterior. Más recientemente, el tema atrae la atención de los sectores involucrados en políticas de ciencia, tecnología e innovación, aunque subsiste a menudo un análisis parcial y desarticulado tanto del tema como de las respuestas que éste requiere. Celade ha dado una visión global de la migración calificada y de su relevancia en el conjunto de elementos que se vinculan con la búsqueda de un nuevo desarrollo sustentable en la región latinoamericana, incluyendo las implicancias que tiene para el desarrollo y el bienestar de los países de la periferia el rezago en materia de ciencia y tecnología, controlada mayoritariamente por los poderes que marcan el rumbo de la globalización.