Por Walter Krohne
La ex Presidenta Michelle Bachelet se ha convertido por estos días en defensora permanente de lo que ella piensa que fue su legado, lo que para muchos políticos activos y analistas no es tal, como también para algunos economistas, especialmente después que el ministro de Hacienda Felipe Larraín la “delató” por dejar en su Gobierno gastos comprometidos sin financiamiento por US$5.567 millones.
En un nuevo twitter Bachelet, escribió: «¡Porque la lucha contra el lado oscuro de la Fuerza nunca termina, defendamos juntos los logros ya alcanzados!», expuso la ex jefa de Estado en su cuenta en la red social, junto a la imagen de una caricatura que la caracteriza como la Princesa Leia, de la película «Star Wars», aprovechando la celebración del día de la exitosa saga.
Según la prensa chilena este nuevo intento de autodefensa de la ex Presidenta se debería a las fuertes críticas que ha realizado el oficialismo a su gestión.
Sus deseos de pasar a la historia como una estadista no sólo reformista sino que “revolucionaria” se van desinflando día a día, incluso dentro de su misma gente.
Si bien debe reconocerse que los problemas no sólo se originaron en La Moneda, sino también dentro de los partidos del bloque de la Nueva Mayoría, que no mostraron ideas claras e importantes para conducir al país al desarrollo con una política realista y acertada dentro de la realidad chilena.
Aquí faltó la líder que todos esperaban para dirigir a las organizaciones que la acompañaban en La Moneda y dialogar con ellas. Contrariamente se dedicó a conducir el país apoyada en un grupo de amigos personales que no aportaron lo que el país verdaderamente requería y pedía a gritos en las calles. De las tres grandes prioridades, sólo algún avance se hizo en educación, porque según los expertos la reforma tributaria no fue la adecuada y no permitió financiar gran parte de la gratuidad educacional como se llegó a proponer. En cuanto a la tercera priodidad, una nueva Constitución, no se concretó, porque el proyecto sólo fue presentado cinco días antes de terminar su Gobierno.
El exministro de relaciones exteriores (PPD), Heraldo Muñoz hizo una dura crítica por Radio Duna, especialmente por el actuar de los partidos a los que definió como agencias de creación de empleos sin enfocarse en el debate de ideas como lo había sido en el pasado “esto no puede ser, tienen que estar los mejores, los más capacitados”. Agregó que los partidos de centroizquierda, no sólo se quedaron estáticos, sino que le entregaron temas a la oposición sin presentar ellos mismos propuestas concretas.
“No pusimos atención al crecimiento económico. Tampoco aquí hicimos propuestas concretas como si el crecimiento no importara cuando eso afecta a los trabajadores, afecta a los empresarios, afecta al país”, dijo.
El Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, al dar a conocer la cifra de los gastos sin fiinanciamiento que dejó Bachelet, señaló: “Mi deber es dar a conocer la situación real fiscal que tenemos y esta situación tiene presiones de gastos adicionales que no están financiadas”.
Pablo Lorenzini, Presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, comentó que “esta no es sólo una cuestión política, es mucha plata, afecta a todos los chilenos y la proyección es a cuatro años. Lo que estamos tratando de hacer es reducir el déficit. Me parece que técnicamente tenemos que resolverlo por comisión de Hacienda; numéricamente ver qué es real, y qué no”.
Bachelet ha llamado a la oposición a ser «democrática y respetuosa», pero que haga oír su voz con fuerza ante el actual Gobierno. Destacó en el texto de una declaración anterior la necesidad de mantener la gratuidad en la educación superior, pelear ante los cambios realizados al reglamento de objeción de conciencia de la ley aborto, y cuidar las áreas marinas protegidas durante su periodo.
Esta posición que ha elegido la ex Presidente se parece más bien a la de un ex director técnico de fútbol que quiere reingresar a la cancha para ordenar a sus ex jugadores, pero ella sabe que se trata de un partido ya terminado con o sin legado, da lo mismo, porque es un tema que ya ha quedado para ser analizado por los historiadores. Sin embargo, hay que reconocer que el desorden presupuestario le va a pesar muy seriamente en su «legado», además que le ha dejado al actual Presidente Sebastián Piñera el camino libre para hacer los cambios que Chile requiere en lo social dentro de un marco de una economía plenamente liberal.