El ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Ricardo Palma Salamanca, condenado por el asesinato de Jaime Guzmán, fue detenido hoy en Francia. El prófugo de la justicia chilena, fue condenado por el asesinato del senador Guzmán, pero huyó de la Cárcel de Alta Seguridad en 1996. Así lo informó T13, medio que aseguró que el juez Mario Carroza quien investiga el crimen ocurrido en 1991 ya estaba informado de la detención.
Palma Salamanca permaneció el último año 12 días aprehendido en Francia al ser sorprendido con documentación falsa. Sin embargo fue puesto en libertad. Lo anterior alertó al juez Carroza, quien dictó una orden de detención en su contra. Palma Salamanca -de 48 años y también conocido como «El Negro» o Rafael- había sido detectado en México el año pasado utilizando el nombre de Esteban Manuel Solís. De hecho, en mayo pasado fue detenido en ese país Raúl Escobar Poblete -acusado de realizar secuestros-, el otro pistolero que disparó contra Guzmán.
El 30 de diciembre de 1996 Palma Salamanca se fugó de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago en helicóptero, mientras cumplía condena por el caso Guzmán y por los crímenes de los agentes de la dictadura Roberto Fuentes Morrison, «El Wally», Luis Fontaine Manríquez y Víctor Valenzuela Montesinos.
En la operación también huyeron Mauricio Hernández Norambuena, Patricio Ortiz Montenergro y Pablo Muñoz Hoffman. Los dos primeros fueron detenidos en 2002 tras participar en el secuestro del empresario Washington Olivetto, y del tercero se supo que estaba en Suiza meses después de la fuga. A diferencia del resto, de Palma Salamanca nunca se supo con certeza donde se encontraba y aunque se siguieron pistas, hasta hoy no se había dado con su paradero.
Además de participar en el crímen de Guzman, el ex frentista había sido acusado del secuestro de Cristián Edwards, además de la muerte de Roberto Fuentes Morrison, del coronel Luis Fontaine y el cabo Víctor Valenzuela, todos hechos enmarcados en la campaña denominada “No a la impunidad”, llevada a cabo por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) en los primeros años de la transición, con el objetivo de ajusticiar con sus propias manos a miembros de la fuerza militar que participaron del régimen.
El asesinato de “El Wally” se comcretó con 18 impactos de bala que terminaron con la vida de Roberto Fuentes Morrison, comandante en retiro de la escuadrilla de la Fuerza Aérea de Chile, quien fuera miembro del Servicio de Inteligencia de la Fach. Posteriormente participó en la Dirección de Inteligencia de la institución y fue uno de los jefes del llamado “Comando Conjunto Antisubversivo”. El 9 de junio de 1989, a la salida de su casa y antes de abordar su camioneta, fue emboscado por seis fusileros del FPMR-Autónomo, entre ellos Palma Salmanca. El FPMR-A había “sentenciado” la muerte de Fuentes Morrison el 2 de mayo, y el atentado se llevó a cabo a pocos días antes de que venciera el plazo autoimpuesto.
Igualmente está involucrado en la muerte de Luis Fontaine (“Caso Degollados”) quien era director de la Dicomcar y recibía órdenes directas de César Mendoza, miembro de la Junta Militar, cuando aparecieron degollados los cuerpos de Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero el 30 de marzo de 1985. En 1986, el proceso judicial se cerró temporalmente sin ningún responsable, luego de que la Corte Suprema estimara que los antecedentes no eran suficientes para establecer la participación de Luis Fontaine en el caso. El director había sido llamado a retiro a mediados del año anterior. El 10 de mayo de 1990, mientras abordaba un taxi en la calle Santa Isabel, dos miembros del FPMR-A vestidos de escolares, uno de ellos Palma Salamanca, le propinaron 18 tiros de 9 mm. Dos años después, “El Negro” fue sentenciado a 15 años de presidio por homicidio calificado.
Víctor Valenzuela, el escolta de Pinochet, que había logrado salir ileso del atentado a Augusto Pinochet en septiembre de 1986, camino al Cajón del Maipo, fue asesinado cuatro años después por miembros del FPMR-A . Aunque no tenía un alto cargo militar, fue “escolta de avanzada” de Pinochet, lo que lo ubicó dentro de los objetivos de la campaña “No a la impunidad” de la agrupación. Quienes efectuaron su muerte fueron “El Negro” Palma y su frecuente compañero de misiones, Raúl Escobar Poblete, el “Comandante Emilio”.
El 26 de octubre de 1990, tras estacionar en una calle de tierra y caminar hasta la casa de Valenzuela en Macul, el “Comandante Emilio” le propinó siete balazos, mientras Palma Salamanca disparaba al aire. Huyeron en un taxi y no fueron detenidos en el momento.
Palma Salamanca fue también miembro clave de la operación de secuestro de Cristián Edwards, hijo del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards. “El Negro” fue uno de los celadores. Días duró el secuestro Su papel consistía en ser amable con el hombre de 33 años, cumpliendo el rol del «policía bueno». Su labor era complementada por la acción de Florencio Velásquez, quien cumplía el rol de “policía malo”. Debido a la naturaleza de su labor, ha trascendido que Palma Salamanca comenzó a compadecerse de la situación de Cristián Edwards, sobre todo cuando su salud empeoró, en el transcurso de los 145 días de su secuestro. Eventualmente pidió dejar su puesto y se retiró de la operación. Pero el crimen más recordado fue el que cometió un año antes de entrar a la cárcel contra el entonces senador Jaime Guzmán. El 1 de abril de 1991, Palma Salamanca y Escobar Poblete lo esperaron a la salida del Campus Oriente de la Universidad Católica, donde abrieron fuego en su contra. La investigación judicial estableció que los autores materiales fueron ambos miembros del FPMR, junto a otros tres autores intelectuales.