Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl
Las redes sociales han llegado para quedarse. La sociedad postmoderna se ha transformado totalmente, gracias a esos nuevos medios que han cambiado nuestras vidas. A través de éstas nos comunicamos, nos informamos, compartimos nuestras fotos e incluso podemos conocer a nuestra futura pareja.
En 2017 publiqué un artículo de Tinder que trata de una aplicación con 50 millones de usuarios lanzada en agosto de 2012 por Sean Rad, Justin Mateen, Jonathan Badeen y Ramón Denia que tienen como objetivos conocer y contactar potenciales parejas, ya sean sexuales ocasionales o a largo plazo. Esta nueva forma de conocer a alguien puede tener una doble lectura, por un lado, se parecen a un supermercado de parejas, donde se juega simultáneamente a consumidor y producto.
Pero por otro lado también se puede mirar como una nueva herramienta destinada a conectar a personas cada vez más aisladas en la sociedad. Pero Tinder y aplicaciones similares han quedado atrás, ya que ahora se han instalados otras formas de conocer a su media naranja a través de una especie de “cita ciega” que se denomina los Speed Dates.
Estas se caracterizan por ser agencias que organizan citas a ciegas cronometrados con más de 10 desconocidos en una noche, que se acaban a los 5 minutos. Speed Dating tiene un sitio web en Chile que promociona haciendo un llamado a los solteros que están cansados de pasar los fines de semanas solos en sus casas y que se atrevan a cambiar su vida saliendo con personas desconocidas y conocer a alguien.
Se trata en la mayoría de solteros exitosos profesionalmente. Esta página funciona hace dos años en Chile y a través de un pago online de aproximadamente 20.000$ Speed Dating ofrece pasar una noche supuestamente inolvidable en un lugar específico en Santiago. Allí, los solteros tendrán de 10 a 12 citas seguidas con una condición: ningún encuentro puede durar más ni menos de cinco minutos. Después de transcurrido el tiempo, la persona tiene la opción de decidirse por uno e invitarlo a una cita más larga a futuro. Las condiciones para participar en esos eventos son aparte de pagar el dinero de inscripción, rellenar una ficha donde hay que completar los datos personales y características físicas de uno.
Formas modernas y un poco extrañas para conocer a alguien en este siglo donde todo es bastante más impersonal, de poco contacto y por qué no decir bastante impreciso y diferente a como las parejas se conocían antiguamente.
Difícil decir si hoy es peor que antes, pero si es bastante más impersonal y definitivamente uno no tiene idea de la persona que tiene sentada al frente. Antes por lo menos se tenía algo de noción de la persona con la que se estaba saliendo ya que normalmente se trataba de alguien de un círculo conocido o era presentado por alguien que conocía al sujeto.