La pregunta que se hacen los expertos es que si valió la pena o se aprecia en la ciudadanía en general (en cuanto a mejoramientos por ejemplo) el déficit fiscal originado en los últimos cuatro años del Gobierno de Michelle Bachelet, estimado en el el 2,8 del PIB, que sería el mayor nivel registrado en los últimos ocho años al cerrar 2017.
Así los gastos del Gobierno central se escaparon y subieron un 4,7%, mientras que los ingresos lo hicieron en igual porcentaje, según la Dirección de Presupuestos (Dipres). Con ello, el stock de deuda pública subió hasta el 23,8% del PIB el año pasado, alcanzando la proporción más alta en relación al producto desde 1993, época del Presidente Ricardo Lagos.
Esta situación ha obligado al Ministerio de Hacienda a volver a colocar este lunes un bono soberano en dólares por un total de US$2.000 millones, con vencimiento en el año 2028, estableciendo de esta forma una nueva referencia en dicho mercado. La semana pasada realizó una gestión similar en euros.
El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, agregó que “del total de bonos emitidos, 990 millones se utilizaron para una operación de manejo de pasivo, a través de una oferta de intercambio o recompra de bonos con plazo de vencimiento más corto, con el objetivo de fortalecer la nueva referencia a 10 años que se está emitiendo y reducir el perfil de vencimiento de los bonos más cortos”.
La emisión última concitó una alta demanda de los inversionistas, totalizando US$3.984 millones, 2 veces más que el monto ofertado. En cuanto a la tasa de interés conseguida, esta fue de 3,247%.
La demanda se compuso de 257 cuentas de inversionistas, provenientes de Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y Asia. Los bancos que acogieron esta operación fueron Bank of America Merrill Lynch, Citibank, Goldman Sachs y JPMorgan.
Por otra parte el director de Dipres, Sergio Granados, aseguró que -en términos de resultados- el déficit estructural no se logró reducir en 0,25 puntos porcentuales en 2017, tal como establece la regla fiscal, sino que en 0,1 puntos porcentuales.
Así, el balance estructural cerró el año pasado en un -1,7%, según los datos preliminares entregados por la Dipres.
Según la entidad, el erario del año pasado tuvo una sobre ejecución de 0,5%. Esto, a raíz de la ejecución de 114,9% que tuvo el Ministerio de Salud en gasto corriente debido al aumento de la llamada deuda hospitalaria.
Para el crecimiento económico, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha proyectado que recién en 2021, el país superará el 3%. Para el período 2018-2022, la expansión promedio de Chile sería del orden de 2,9%. El país completará 9 años creciendo bajo el mundo. Esto ha significado una pérdida del liderazgo regional, lo que se explica por las diferencias en las tasas de crecimiento.