Es un Chadwick y eso es suficiente para reconocerlo como futuro ministro del Interior del Presidente electo y primo de Sebastián Piñera. Es la segunda vez que ocupará este influyente cargo en el Palacio de La Moneda y con el mismo Mandatario (en la foto peleando con el Gobierno de Michelle Bachelet).
La encuesta Cadem registró esta semana un reconocimiento a Andés Chadwick como la figura más conocida del futuro nuevo gabinete con un 76%, pero aparece como un político con un controvertido historial, el mismo que le permite tener una imagen de buen negociador en el tiempo de la Concertación.
Chadwick debutó en el primer gobierno de Piñera en julio de 2011. El Presidente le pidió reemplazar a Ena Von Baer a cargo de la Segegob. Necesitaba a alguien con más experiencia política.
Llevaba 20 años en el Congreso, primero fue elegido diputado en 1989, luego electo senador en 1997 y después vuelto a elegir en 2005, por ocho años, período que no completó por llegar a La Moneda. Allí se desempeñó primero como ministro del la Segegob y luego pasó al frente del Ministerio del Interior en reemplazo de Rodrigo Hinzpeter, quien se vio afectado por una ola de fuertes críticas, además de ciertos fracasos como conductor especialmente en lo que era el tema de la seguridad nacional.
Sin embargo, la encuesta Cadem señala igualmente que si bien es el futuro ministro más conocido, como personaje de la política chilena, hubo un 35 por ciento de encuestados que no le gustó el gabinete de Piñera contra un 52% que si le gustó y entre las críticas figura justamente el nombramiento de Chadwick que en la misma encuesta quedó con una influencia en el gabinete de sólo 27%.
Pero los políticos más viejos y experimentados, como los de la Concertación, saben que con Chadwick se llega a acuerdos, igual que con Hernán Larraín, así como en la derecha saben que pueden hacerlo con José Miguel Insulza y Carlos Montes.
Según la encuesta, en la semana en que Sebastián Piñera nombró a su gabinete, un 58% piensa que a Chile le irá muy bien o bien con el nuevo gobierno, sin presentar diferencias significativas con respecto al 22 de diciembre de 2017, semana posterior a su triunfo en segunda vuelta.
Contrariamente y en el otro bando (hoy aún oficialismo), la encuesta aprueba la gestión de la Presidenta Michelle Bachelet y un 46% la desaprueba, aunque un 43% considera que el país va por un buen camino y un 59% se siente optimista respecto al futuro.
Sebastián Piñera y su nuevo gabinete
Aunque el funeral de Nicanor Parra (48%) terminó ocupando el espacio principal de la agenda noticiosa de la semana, el nombramiento del nuevo gabinete de Sebastián Piñera concentró una parte importante de la agenda noticiosa (31%) dada la expectativa que había en torno a quienes podían ocupar los ministerios más relevantes
En nivel de conocimiento, le siguen a Chadwick, Felipe Larraín (76%), Hernán Larraín (74%), Cecilia Pérez (70%), Alberto Espina (65%), Nicolás Monckeberg (56%), Cristián Monckeberg (52%), Antonio Walker (43%), Marcela Cubillos (42%) y Alfredo Moreno (37%).
Bajo la barrera del 35% se encuentran el Ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero (33%), Juan Andrés Fontaine (32%), Alejandra Pérez (31%), Susana Jiménez (30%), Felipe Ward (30%), Isabel Plá (29%), Gerardo Varela (25%), Gonzalo Blumel (24%), Baldo Prokurika (23%), José Ramón Valente (20%), Emilio Santelices (18%), Gloria Hutt (14%) y cierra la lista Pauline Kantor con un 10%.
Las evaluaciones de los ministros que poseen más de 35% de conocimiento son positivas, superando la barrera del 50%, lo que evidencia una relación inversa entre conocimiento y evaluación: a menor nivel de conocimiento, mejor es la evaluación. Con ello, quienes alcanzan las imágenes más positivas son Marcela Cubillos (66%) y Alfredo Moreno (64%). Les siguen Cristian Monckeberg (58%); Alberto Espina (58%), Antonio Walker (57%), Felipe Larraín (55%), Cecilia Pérez (55%), Nicolás Monckeberg (54%), Andrés Chadwick (52%) y cierra la lista Hernán Larraín con un 51%.
Frente a la influencia de los miembros del equipo de ministros de Sebastián Piñera, se posiciona Andrés Chadwick (27%) a la cabeza, seguido por Cecilia Pérez (14%) y Felipe Larraín (13%).
Imagen de la Presidenta Bachelet
Durante la cuarta semana de enero, un 40% aprueba y un 46% desaprueba la gestión de la Presidenta Bachelet, retrocediendo su nivel de aprobación en 4 puntos después de la semana mediática que experimentó por la visita del Papa Francisco y la polémica del Banco Mundial. Con esta cifra y a nivel mensual, la Presidenta logra en enero un 40% de aprobación, manteniendo al alza su tendencia registrada durante los últimos tres meses.
En este contexto, la mayoría atributos de la Presidenta Bachelet mantiene cifras similares a las de diciembre de 2017. Así, el atributo “Conoce las necesidades de las personas” se mantiene en un 57%, “Confianza” pasa de un 46% a un 45%, “Autoridad y liderazgo” logra un 44% (sin diferencias significativas), “Capacidad para solucionar los problemas del país” se mantiene en 44% y “Cumple lo que promete” alcanza un 42%, misma cifra que el mes anterior. Por su parte, “Carisma”, su atributo más fuerte, logra un 69% retrocediendo 5 puntos en comparación a diciembre de 2017.
En cuanto a la gestión del gobierno, la aprobación del gabinete llega a un 28%, misma cifra que la semana anterior. En relación a las distintas áreas de gestión, “Relaciones Exteriores” logra un 61% de aprobación. Le sigue “El desarrollo energético” con un 46%, “El cuidado del medioambiente” con un 46% (-3 puntos), “Educación” con un 39%, “La creación de empleo” con un 33% (+3 puntos), “La economía” con un 32%, “El transporte público” con un 29% (-3 puntos), “La salud” con 22% (-3 puntos). Bajo la barrera del 20% se encuentran “La lucha contra la delincuencia” con un 13% (-3 puntos), “El conflicto mapuche” con un 11% (-4 puntos) y “La corrupción” con un 10%.
Nuevo Gabinete: repetición del plato
Entre los nuevos ministros, no fue sorpresa ver el regreso de Andrés Chadwick en la carter del Interior, y en una entrevista con La Tercera se refirió a las personas que se “repiten el plato” en este segundo gobierno de Piñera. “El presidente ha querido construir un equipo con las personas que han estado trabajando con él, tienen su confianza, tienen una forma de trabajar conocida, diaria y un equipo es algo muy importante para el gobierno”, sostuvo Chadwick.
El ex ministro se refirió también a la opción de ampliar el conglomerado de Chile Vamos: “La tarea es poder ampliar en conjunto con lo que son los partidos de Chile Vamos incorporando nuevos sectores, haciendo un desarrollo de ello, ir haciendo una cosa como un acuerdo. Quizás nosotros en el gobierno pasado creímos que la forma era con uno o con otro. Ir ojalá construyendo un proyecto”.
Uno de los nombres que más fueron criticados al conocerse el futuro gabinete fue el de Gerardo Varela, que estará a cargo de la cartera de Educación, persona que ha sido particularmente crítica de la gratuidad universal.
“Él sabe muy bien que desde el momento en que él acepta al presidente su invitación, no es que deje de lado sus opiniones, ni que las olvide ni que reniegue de ellas, sino que pasa a ser parte de un equipo en que lo que queremos en Educación está determinado en nuestro programa de gobierno (..) Él se pone al servicio de ese proyecto”, sostuvo Chadwick.
Otra de las sorpresas fue la designación de Alfredo Moreno para estar a cargo del ministerio de Desarrollo Social. “Es una persona que demostró tener grandes capacidades públicas siendo canciller, y un compromiso con el servicio público muy importante. Los empresarios han recurrido a él para que presida su organización gremial en reconocimiento a sus capacidades y méritos”, explicó el futuro ministro.
También Chadwick se refirió a su relación con la UDI: “Creo que nadie, no hay un militante en la UDI que pueda pensar que yo no soy parte de la vida mas profunda del partido. Y lo cual no me pierdo un segundo en que eso es lo que ha sido mi vida política, pero no me pierdo un segundo cuando eres ministro de Estado deja de ser ministro de un partido. Las opiniones personales de los miembros del futuro gabinete deben ponerse al servicio del programa de gobierno.
Chadwick se refirió a las declaraciones que hizo hace un tiempo el futuro ministro de Educación, Gerardo Varela, quien sostuvo que está en contra de la gratuidad. Además, de los dichos de la designada ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Pla, donde expresó su oposición al aborto.
En entrevista con T13, el primo del Presidente dijo que si bien no se derogará la gratuidad, “sí queremos hacerle modificaciones a la educación y queremos recuperar el derecho de los padres a educar a los hijos”.
Respecto al aborto, expresó que Piñera entiende que en la despenalización de la interrupción del embarazo “hay una expresión democrática” y que la va a respetar, pero precisó que sí se trabajará en un programa de acompañamiento como complemento a la ley.
Además señaló que no se trata de “irse contradiciendo sino que de ir viendo qué es aquello que se debe continuar, lo que se debe modificar y lo que se puede aportar”.
El futuro ministro recalcó que “nosotros no venimos con ninguna retroexcavadora (al revés) , fuimos muy críticos de su espíritu de la retroexcavadora (anunciada por el senador Quintana del PPD), venimos con un espíritu de que el país se va construyendo gobierno a gobierno, ladrillo a ladrillo, aprovechándose lo que se ha avanzado”.
Del Mapu a la UDI
En un artículo de El Mostrador se recordó la habilidad política de Andrés Chadwick, según quienes lo conocen, germinó en otra parte, no en el Congreso. Durante un corto tiempo, a comienzos de los 70, el menor de los hermanos Chadwick Piñera fue parte del Mapu, el partido de izquierda –desgranado de la DC en los años ‘60- integrante de la Unidad Popular, cuyos militantes demostraron con el tiempo tener una muy eficiente vocación de poder, especialmente durante la transición a la democracia.
Andrés Chadwick Piñera es nieto de Roberto Chadwick Castro, dueño de la Hacienda La Compañía en La Serena El abuelo tuvo cinco hijos y cinco hijas con Adriana Valdés, hija de un senador del Partido Conservador. En esta larga descendencia, Chadwick puede contar entre sus primos a personas cercanas a la dictadura, como María Chadwick, casada con el ex almirante Carlos Cortés, el hijo de ambos fue director de Aduanas en el gobierno de Pinochet. Por otro lado, Lucía Chadwick, se casó con el general Héctor Darrigrandi, y su hijo Roberto Darrigrandi Chadwick fue director de Ferrocarriles del Estado durante los últimos años de la dictadura.
En 2013, cuando Chadwick ya era ministro del Interior, Hermosilla -entre abril y diciembre de ese año- recibió un total de $28.990.000 como pago por una asesoría penal, particularmente para tomar causas relacionadas con el conflicto en la Araucanía, por ejemplo, la querella del gobierno contra el machi Celestino Córdova. Chadwick aún seguía ligado al estudio, “Hermosilla y Chadwick”, pero sólo bajo el régimen de “comunidad de techo”, según su declaración de intereses.
También hay integrantes de la familia que fueron cercanos a la Unidad Popular. Tomás Chadwick Valdés, tío de Andrés, fue senador del Partido Socialista hasta 1973. Su hija Isabel se casó con el sociólogo Claudio Gimeno, detenido en La Moneda y luego desaparecido del regimiento Tacna el 11 de septiembre de 1973.
La rama más poderosa del árbol
Pero los Chadwick que más aparecen en los medios, emparentados directamente con el Presidente electo, provienen de la rama que fundó Herman Chadwick Valdés al casarse con Paulette Piñera, hija de otra relevante familia de La Serena. Paulette Piñera, fallecida a los 96 años en 2011, era hermana de José Piñera Carvallo, padre de Sebastián, y del ex arzobispo de La Serena Bernardino Piñera Carvallo.
Los Chadwick Piñera y los Piñera Echeñique se convirtieron en “los primos más hermanos” entre el resto de la familia. El hecho de que vivieran cerca los mantuvo visitándose constantemente y el lazo se ha mantenido hasta hoy, como publicó El Mostrador.
Herman Chadwick Valdés, el padre de familia, abogado, forjó su patrimonio primero como notario, desde 1949, y luego, a partir de 1977 (y hasta 1997), como Conservador de Bienes Raíces de Santiago, nombrado en ese cargo por Augusto Pinochet, obteniendo en estas funciones una renta millonaria, tanto que por años fue el principal contribuyente del país persona natural.
Esta posición de privilegio no impidió que Andrés Chadwick Piñera se identificara en un comienzo con la izquierda revolucionaria mientras iba al colegio Verbo Divino, lo mismo que su hermana María Teresa Chadwick, casada con el PS José Antonio Viera-Gallo, ex directora del Conace (actual Senda) durante el gobierno de Lagos.
Su otro hermano, el actual presidente de Enel y director de Aguas Andinas, Herman Chadwick Piñera, fue alcalde de Providencia designado por Pinochet, candidato a senador dos veces por la UDI, la segunda vez obligado a bajar su postulación en 2001 a pedido de Sebastián Piñera, lo que les significó estar distanciados por varios meses. Este Herman Chadwick, segundo, por así decirlo, es padre de Herman Chadwick Larraín, vinculado al caso Caval, por el que el CDE le pide 11 años de cárcel por el delito de soborno, y recientemente vinculado -junto a Harald Beyer (ex ministro de educación de Sebastián Piñera)-con la caída de la Universidad del Mar, dice el informe de El Mostrador.
El hombre poderoso detrás de Chile Vamos, sin embargo, no cree que su vasta red familiar que se encuentra unida a la del Presidente electo, implique nepotismo ni conflicto de interés alguno.
“No lo fue en el pasado, no lo ha sido ahora y espero que no lo sea en el futuro. En mi caso personal he tenido algunos cargos públicos, desde hace algunos años, que han sido conocidos y no he cambiado de familia y creo no haber tenido ‘focos’ de conflictos políticos ni familiares . Ojalá pueda seguir todo igual … en términos familiares”, explicó Chadwick al mismo Mostrador.
El amigo Hermosilla
Andrés Chadwick Piñera entró a la universidad siendo de izquierda. Pero la inspiración definitiva le llegaría en la Escuela de Derecho de la Universidad Católica, en 1974, donde conoció al profesor de Derecho Jaime Guzmán Errázuriz, a quien comenzó a frecuentar el segundo semestre del primer año de clases, convirtiéndose en uno de sus alumnos más cercanos.
En este grupo también estaban el actual senador de la UDI Juan Antonio Coloma, José Miguel Olivares y Luis Hermosilla, que entonces militaba en las Juventudes Comunistas. Desde entonces ha mantenido una profunda amistad con el penalista –conocido en tribunales como el señor de los pasillos- que incluye una sociedad en el estudio de abogados que fundaron hace más de 30 años y que Chadwick sólo suspendió mientras estuvo en el gobierno de Sebastián Piñera.
En los 80, Hermosilla se alejó del círculo de Guzmán para vincularse con gente de la Vicaría de la Solidaridad, y en este contexto fue abogado de la familia de José Manuel Parada, víctima del Caso Degollados. Pero al morir Jaime Guzmán en 1991 fue el abogado de su familia y a fines de esa década se declaró adherente de Joaquín Lavín en la elección presidencial de 1999.
En abril de 2013, cuando Chadwick ya era ministro del Interior y aún seguía ligado al estudio “Hermosilla y Chadwick”, pero –según ha explicado- sólo bajo el régimen de “comunidad de techo”, Hermosilla se adjudicó $25.900.000 como pago por una asesoría penal, particularmente para tomar causas relacionadas con el conflicto en la Araucanía, por ejemplo, la querella del gobierno contra el machi Celestino Córdova. Este contrato fue firmado por el entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, afirma El Mostrador.
Tres meses después, se celebró una modificación de contrato, que elevó el valor de los servicios profesionales de Hermosilla a casi $29 millones, ahora para tramitar causas penales en las que intervenga el ministerio del Interior. Esta modificación de julio de 2013 fue firmada por el propio Andrés Chadwick.
En diciembre del mismo año, y ya terminando el periodo del Presidente Piñera, se celebró un tercer contrato entre Hermosilla y la cartera que entonces lideraba su socio en el estudio de abogados, esta vez por $44 millones. Su labor consistía en lo mismo del primer contrato, asesorar al ministerio del Interior en las causas penales tramitadas en la Región de la Araucanía.
Otro contrato con Hermosilla fue en relación a la causa por sobreprecios en insumos para el plan Frontera Norte de la Subsecretaría del Interior, aunque en ese momento se dijo que los honorarios para el abogado habrían sido pagados personalmente por el subsecretario de entonces, Rodrigo Ubilla.
Cabe recordar que Luis Hermosilla también estuvo vinculado al caso SQM, como asesor de la minera y abogado de uno de los gerentes, Patricio de Solminihac, hermano del ex ministro de Piñera, Hernán de Solminihac.
Para Chadwick la contratación de Hermosilla se trata de un hecho de público conocimiento y recuerda que esa situación fue consultada directamente al Contralor de la época, Ramiro Mendoza, y contaron con la debida toma de razón. “El objeto del contrato fue la querella presentada por el ministerio del Interior por el dramático crimen del matrimonio Lucksinger Mackay. Este terminó cuando finalizó el juicio oral obteniéndose una condena para el imputado de 18 años de presidio, la más alta sanción obtenida hasta hoy por las situaciones de terrorismo o violencia extrema en la zona de la Araucanía”.
Del mismo modo, el ex ministro del interior descarta que su amistad con Hermosilla pueda significar algún tipo de conflicto. “Hoy día, además, como es de público conocimiento, no ejerzo mi profesión de abogado y no tengo ninguna relación profesional con mi amigo Luis Hermosilla, a quien considero un muy buen penalista y que prestó un excelente servicio profesional al Estado de Chile, en una causa por un crimen atroz y que aún permanece abierta”.