Con el voto  de los tres jueces del Tribunal Regional Federal de Puerto Alegre, la Justicia brasileña decidió este miércoles confirmar la sentencia contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

João Pedro Gebran Neto, Leandro Paulsen y Victor Luiz dos Santos Laus rebatieron todos los argumentos de la defensa del ex mandatario y elevaron la condena de nueve años y medio a 12 años y un mes de prisión.

«Hay prueba, encima de lo razonable, de que Lula fue uno de los articuladores, si no el principal, de la trama de corrupción» que operó en la estatal Petrobras, afirmó durante la mañana Gebran Neto,  el fiscal del caso.

Los tres miembros de la sala octava del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región fueron unánimes al concluir que quedó comprobado que Lula recibió el derecho a disfrutar de un lujoso apartamento en la playa de Guarujá como soborno de la constructora OAS por el favorecimiento en contratos con Petrobras.

Además de elevar la pena, los tres coincidieron en que Lula tendrá que cumplir la pena en régimen cerrado y que podrán ordenar su detención cuando la defensa no cuente con más recursos para intentar modificar la condena en segunda instancia.

Lula es el favorito en todas las encuestas de intención de voto para las presidenciales de octubre próximo y el Partido de los Trabajadores dijo este miércoles que lo mantendrá como candidato presidencial pese a condena en su contra, criticando al mismo tiempo la decisión de la justicia brasileña de ratificar la pena de presidio contra el ex Mandatario.

El PT anunció que  seguirá siendo su candidato presidencial pese a la decisión de la justicia de mantener la condena de cárcel en su contra por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco del caso Petrobras. En su cuenta de Twitter, la colectividad de izquierda anunció que «no nos rendimos ante la injusticia. Lula es candidato».

La defensa del ex presidente brasileño había pedido más temprano la nulidad por «falta de pruebas» del proceso contra su defendido, en la audiencia que tiene lugar hoy en un tribunal de segunda instancia en Porto Alegre.

«Lo que se tiene es un proceso nulo que generó una sentencia nula y un proceso en el que no fue hecha la prueba de la culpa, pero sí la prueba de inocencia, que pido que sea reconocida», afirmó Cristiano Zanin Martins en el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4).

«El tríplex no es el del ex presidente Lula. Todos sabemos que pertenece y siempre permaneció a OAS Emprendimentos», aseveró el letrado.

Los activos brasileños, incluido el real, aceleraron las ganancias con  la resolución judicial contra Lula.

La justicia dijo que Lula da Silva se benefició personalmente de los sobornos y agregó que el expresidente controlaba el esquema de corrupción en la petrolera estatal Petrobras. Había pruebas más que suficientes para demostrar que él perpetuaba el plan, dijo.

Está en juego no solo el legado del exlíder sindical de 72 años, sino también el futuro de la economía más grande de América Latina. Con las elecciones programadas para octubre, Lula da Silva lidera las encuestas de opinión y se ha comprometido a revertir las reformas favorables al mercado del actual presidente Michel Temer.

En la víspera del juicio, un desafiante Lula da Silva reforzó los temores del mundo financiero, diciendo a una multitud de decenas de miles de seguidores que de todos modos no necesitaba el mercado financiero.

La seguridad fue estrecha en todo el tribunal de Porto Alegre con francotiradores en los techos, buques de guerra patrullando las aguas cercanas y policías acordonando un área de unos 2,5 kilómetros de ancho para mantener a los manifestantes a la distancia. Miles de seguidores de Lula da Silva acamparon en la ciudad durante el juicio.

Sin embargo, la sociedad brasileña está profundamente dividida respecto al exmandatario, quien es visto como un salvador de los pobres por algunos y un populista descuidado por otros. La última encuesta de Datafolha mostró que 36 por ciento de los votantes lo apoyaría en las elecciones de octubre, aproximadamente el doble que su rival más cercano, el diputado de derecha Jair Bolsonaro. Pero el 39 por ciento de los encuestados en el mismo sondeo dijo que no considerarían votar por él bajo ninguna circunstancia.

Las agencias noticias dijeron que la  Fiscalía brasileña había dicho que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva “lamentablemente se corrompió” y afirmó que su condena a nueve años y medio está “suficiente probada”,

“Son suficientes probados los hechos que llevaron a la condena (…) Lamentablemente Lula se corrompió”, dijo el fiscal Mauricio Gerum en su argumento oral en el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4) en el juicio de hoy.

Por otro lado, la defensa del ex mandatario pidió la nulidad del proceso por falta de pruebas contra su defendido.

El ex presidente no acudió a la audiencia, dado que la Justicia le autorizó a ausentarse porque no iba a ser interrogado, y sigue la sesión en la sede del sindicato de los metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde inició su carrera política y participó en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) en 1980.

En Porto Alegre, cientos de manifestantes, tanto a favor como en contra de Lula, se concentran en las inmediaciones del tribunal en el que se desarrolla una audiencia que se prevé larga.