Un gigantesco caos (como se puede apreciar en la foto de KRADIARIO, se apreció esta mañana en el Aeropuerto de Santiago Arturo Merino Benitez cuando centenares de pasajeros, chilenos y extranjeros, llegaron al sector de embarques internacionales y se encontraron con largas e interminables filas y congestión general de público causadas por el lento proceso de despacho de los pasajeros y aviones de distintas líneas y nacionalidades.
Por un lado estaban los pasajeros extranjeros que retornaban a sus países tras terminar sus vacaciones de fines de año en el país y por otro los pasajeros que iniciaban sus vacaciones, en su mayoría chilenos. La Dirección de Aeronáutica y las autoridades vinculadas al aeropuerto deberían haber tomado medidas especiales para alcanzar la capacidad necesaria y así poder atender adecuadamente a los usuarios que en esta época del año se incrementan fuertemente. Aparte de esto el ingreso a la zona de seguridad era también un problema por el exceso de viajeros, aunque hay que reconocer que el trabajo de la PDI fue bastante expedito al acelerar al máximo el trabajo de control de pasaportes.
Sin embargo, hubo también problemas en los restaurantes y cafeterías que no daban abasto, faltando el número necesario de personal para atender adecuadamente a los numerosos clientes. Esto se apreció por ejemplo en el restaurant Gatsby donde una empleada dijo que estaban trabajando con menos personal del adecuado y que desconocía la causa de esta medida.
Por otra parte, los servicios de pago de los estacionamientos no calificaron para un día como hoy orginándose igualmente atochamientos frente a los automáticos, muchas de ellas estaban fuera de servicio.
Finalmente uno de los ascensores centrales de alta capacidad estaba también fuera de servicio y, consultados los encargados de la reparación, respondieron que no sabían lo que estaba pasando. Por estos ascensores se accede de los distintos pisos a los estacionamientos.