Director-Editor de Kradiario

Una polémica entre medios de comunicación, periodistas de distintas posiciones políticas y el Colegio de Periodistas originó el “debate” realizado el domingo en el programa Tolerancia Cero de Chilevisión, durante el cual los periodistas Mónica Rincón y Daniel Matamala tuvieron una actitud profesional que podría definirse como «éticamente deficitaria» o con tendencias a caer en la subjetividad frente a operaciones empresariales ejecutadas por el candidato presidencial Sebastián Piñera en 1992 (hace 25 años).

Ambos comunicadores insistieron una y otra vez en una parte del programa  sobre la compra de la empresa Industrias y Desarrollo, que en la práctica era solo de papel (sin bienes ni producción también conocidas como empresas zombies). La insistencia de Rincón y Matamala frente a Piñera dio la impresión de que ambos querían que se les respondiera lo que ellos esperaban escuchar, rechazando de plano toda negativa o aclaración proveniente del candidato entrevistado, lo que en realidad está muy lejos de la actitud que en estos casos deben adoptar los periodistas para mantenerse dentro de los marcos posibles de “objetividad” o mejor dicho transparencia, sin manifestar posiciones preconcebidas o ideas fijas sobre un determinado tema (ver video).

Sobre este caso se ha mencionado que la operación en la que estuvo involucrado el candidato Piñera se había concretado  exclusivamente para pagar menos impuestos al Fisco, la que fue permitida o aprobada por las autoridades competentes de la época como Impuestos Internos y hoy se da ya como un caso completamente cerrado.

Las protestas provenientes de la derecha fundamentalmente, fueron varias como las del jefe político de la campaña de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick, quien dijo (La Tercera), “increíble actitud de Matamala y Rincón. Doble estándar total. Débiles con otros candidatos…, furiosos e irritados con el Presidente Piñera. No dejan responder e interrumpen equivocadamente. Sería mucho más transparente que señalaran sus preferencias políticas”.

Otros dirigentes de Chile Vamos, el secretario general de la UDI Pablo Terrazas,  afirmó que “seguir insistiendo, de parte de algunos periodistas, en ese tema, es querer hacer una contracampaña, perjudicar la imagen del candidato que va puntero.

Los sindicatos de trabajadores de CNN y CHV rechazaron las críticas y descartaron una “maniobra” para afectar la campaña.

Pero lo más sorprendente fue la declaración del Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile que  ha manifestado su profunda preocupación y rechazo por lo acontecido en la edición del programa Tolerancia Cero emitido por Chilevisión y CNN-Chile, el pasado 12 de noviembre de 2017, culminando su ciclo de entrevistas a los candidatos a la Presidencia de la República.

Los periodistas Mónica Rincón y Daniel Matamala se limitaron a preguntar al candidato a la Presidencia de la República Sebastián Piñera, con antecedentes y fundamentos, sobre acciones realizadas por éste que, además, son de público conocimiento, dice la declaración (ver video).

«Los intentos del candidato por minimizar el tema desacreditando a los periodistas, sobre todo a Mónica Rincón, además de lamentables y fuera de lugar, son el reflejo de un profundo desconocimiento y atropello del rol profesional que deben cumplir los periodistas, representando la esencia de la Libertad de Expresión, el Derecho a la Opinión y, especialmente, el Derecho a la Información del conjunto de la sociedad.  Firma Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile».

Parece que el problema estaría, por lo menos frente a la declaración del Colegio, que en todo esto nada tiene que ver la libertad de expresión, la cual no se ha violado en ningún momento ni menos se ha atropellado, porque los periodistas preguntaban y el candidato respondía. Ambos los hicieron desde sus respectivos puntos de vista y conocimientos (equivocados o no, pero lo hicieron), el candidato como entrevistado   y los periodistas como entrevistadores. El problema está en que la insistencia de los periodistas ocurrió porque el candidato no les respondía lo que ellos querían escuchar. Y este trato o actitud profesional no es buen periodismo y no debería repetirse en el futuro  con ningún candidato o político sea de derecha, piñerista, laguista, socialista o comunista. Fue una lástima que el domingo en la última entrevista de Chilevisión antes de las elecciones se perdieran valiosos minutos en hablar de cuestiones del pasado de hace dos décadas y media y no tratar los problemas actuales de Chile y de los chilenos, que es  lo que interesa, porque lo demás es simplemente  farándula.