La firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) se cayó este viernes  en la XXV Cumbre de la APEC en la ciudad vietnamita de Da Nang  debido a que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, presentó observaciones y tiempo para reflexionar. Esto ocurre después de la salida del pacto de Estados Unidos, al renunciar al mismo el Presidente Donald Trump, en enero pasado. Esta fue para Trump una de sus promesas de campaña.

El canciller chileno  Heraldo Muñoz, quien participó en las tratativas tendientes a reflotar el pacto tras la salida de Estados Unidos, explicó que “había hasta anoche un acuerdo para firmar una declaración y suscribir el TPP. Hoy día, sin embargo,  el primer ministro de Canadá ha pedido más tiempo y los copresidentes de la reunión del TPP nos han pedido a los cancilleres que hagamos otro esfuerzo para acomodar las observaciones de Canadá”.

En esa línea, Muñoz añadió que el tratado se firma sólo si están todos los países involucrados de acuerdo. “El resto de las delegaciones estaban de acuerdo, pero como esto es una iniciativa conjunta de los 11 países y Canadá es muy importante, se ha decidido hacer un esfuerzo adicional para llegar al consenso que se requiere”.

A juicio del canciller, los canadienses quieren un TPP progresista, con elementos culturales, que para ellos son importantes. “Se han hecho todos los ajustes que para Chile eran necesarios, se han dejado de lado un conjunto de materias que tienen que ver con Internet, por ejemplo, con propiedad intelectual (…) eran asuntos que si bien a Chile no le complicaban, eran materias que preferíamos dejarlas fuera de un acuerdo”, manifestó el canciller chileno.

Frente a esta dilatación del acuerdo, el canciller dijo que podía ser “cosa de semanas”, pero que se harán esfuerzos para solucionarlo “a la brevedad posible”. Junto al Canciller chileno se encuentra presente en la cumbre la Presidenta Michelle Bachelet.

El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en inglés Trans-Pacific Partnership) es un tratado de libre comercio entre once países de la Cuenca del Pacífico (eran hasta enero 12 con EE UU que se retiró). Tiene por objetivo abordar temáticas comerciales, políticas públicas, derecho ambiental, propiedad intelectual, entre otros. En el TPP participan ahora Brunéi, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam.

Chile-Vietnam

Vietnam, con una población superior a los 90 millones de habitantes, ocupa la 30º posición del ranking de exportaciones chilenas. Si bien es baja, ha ido aumentando en los últimos años, especialmente luego de la entrada en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio de 2014.

Estas cifras fueron resaltadas por las autoridades chilenas y vietnamitas en el marco de esta visita de Estado de Bachelet en Hanói, donde se reunió con el presidente, Tran Dai Quang; el primer ministro, Ngyen Xuan Phuc; y el líder del buró comunista, Nguyen Phu Trong.

Las cifras inclinan la balanza a favor de Vietnam, con un monto que en 2016 fue del orden de los US$741 millones, 17% más que el año 2015. De ese total, un 43% de lo importado corresponde a teléfonos celulares, luego, calzados de suela de caucho, máquinas automáticas de procesamiento de datos, cementos portland, calzados deportivos, entre otros productos.

En el caso de Chile, las ventas a Vietnam sumaron el 2016 los US$195,6 millones, de las que el 73% correspondió a bienes no cobres.

Según la información entregada por la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, las áreas que más aumentaron durante el año pasado fueron la pasta de madera (619%), sector químico (29%), manufactura forestal e insumos para la salud y fármacos (11%).  Consecuencia de ese tratado es que las exportaciones que más crecieron fueron las de madera aserrada o cepillada, la cual se incrementó de US$34 millones en 2013 a US$57,6 millones en 2016. En el mismo periodo, el aceite de pescado pasó de US$8,2 millones a US$11 millones, lo que significó un aumento del 35%. La harina de pescado también tuvo un aumento importante con el TLC. Si en 2013 se exportaron US$3,3 millones, el 2016 se alcanzó un aumento del 138%, al cerrarse la facturación en US$7,8 millones. El consumo de vino en el mercado vietnamita también aumentó. En 2013 llegaba a los US$8,9 millones pasando a US$11,5 millones, es decir, un 28% más. El litio es otro de los productos que también ha crecido de forma importante producto del TLC y del aumento en su consumo para tecnologías. Los envíos del metal no metálico llegaron a un 285% más entre el 2013 y 2016. Las facturas fueron de US$ 652 mil a US$ 2,5 millones. Según la información proporcionada por la Dirección Económica de la Cancillería el número de Pymes creció levemente, pasando de 62 el 2013 a 68 el 2017.

De acuerdo a los registros de Aduanas, la exportación de servicios, tales como estudios de mercado y asesorías, superaron los US$ 48,5 millones, lo que debería aumentar dentro de los próximos años, como informó Radio Biobío en Santiago.

El Tratado de Libre Comercio que se puso en marcha en 2014 se inició el año 2006, cuando Michelle Bachelet viajó a Vietnam para cumplir una visita de Estado similar a la que desarrolla por estos días. Luego, en 2012, Sebastián Piñera selló el acuerdo tras votación en el Congreso, lo que estrechó los lazos entre Chile y la república socialista.

El consumo de vino en el mercado vietnamita también aumentó. En 2013 llegaba a los US$8,9 millones pasando a US$11,5 millones, es decir, un 28% más.

El litio es otro de los productos que también ha crecido de forma importante producto del TLC y del aumento en su consumo para tecnologías. Los envíos del metal no metálico llegaron a un 285% más entre el 2013 y 2016. Las facturas fueron de US$ 652 mil a US$ 2,5 millones.

Según la información proporcionada por la Dirección Económica de la Cancillería el número de Pymes creció levemente, pasando de 62 el 2013 a 68 el 2017.

Asia Pacífico

La relación de Chile con los países del Asía Pacífico partió durante la década de los 90, bajo el gobierno del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien viajó en varias oportunidades a los países que lo componen, abriendo un mercado que más tarde se transformaría en uno de los pilares principales de la economía chilena.

Como resultado de esos diálogos diplomáticos, que luego profundizaron Ricardo Lagos Escobar, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, Chile concretó acuerdos o tratados de libre comercio con China, Corea del Sur, Hong-Kong, Japón, Malasia, Singapur, India, Tailandia, Brunei y Vietnam. Además de Australia y Nueva Zelandia en Oceanía.

En tanto, aún faltan por concretar dicha liberación del comercio bajo TLC con Indonesia (en negociación), Filipinas (lanzamiento de negociación), India (Acuerdo Parcial que rige desde el 2007) e Islas Fiji.

Con Samoa sólo existe un acuerdo de transporte aéreo, mientras que con Pakistán y Camboya aún no hay acercamientos.

Trump en la APEC

Los países de la región Asia-Pacífico, que representan más del 60% de la riqueza mundial, buscan defender el libre comercio ante las tentaciones proteccionistas de Donald Trump, que participa por primera vez en esta cumbre y quien ha llegado a Vietnam para confrontar su política del “America First” (“Estados Unidos Primero”).

“Las posiciones proteccionistas de Trump, reacio a los acuerdos de liberalización económica multilaterales, condicionarán enormemente la cumbre”, advirtió a la Agencia AFP Mario Esteban, investigador principal de Asia-Pacífico del Real Instituto Elcano.

El TPP fue concebido como el principal motor económico de los estadounidenses con Asia y el Pacífico, en contrapeso del crecimiento de China, puesto que estaba firmado por 12 países de la zona que, en total, representan el 40% del PIB mundial: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos (ya retirado), Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y am.

La administración Obama consideraba al TPP como el mejor tratado posible porque incluye no solo la eliminación de barreras comerciales, sino también normas sobre legislación laboral, ambiente, propiedad intelectual y compras estatales.

Asimismo, el acuerdo se proyectaba a ser el mayor tratado de libre comercio en el mundo. Esto, hasta que el nuevo presidente estadounidense lo calificó de “terrible” para norteamérica.

“Lo que acabamos de hacer es una gran cosa para los trabajadores estadounidenses“, dijo el mandatario en enero pasado luego de firmar la orden de retiro del pacto, en el Salón Oval de la Casa Blanca.

“Vamos a tener comercio, pero vamos a hacerlo uno a uno. Y si alguien no se porta adecuadamente le enviaremos una carta de fin del acuerdo, con 30 días para que corrijan la conducta o de lo contrario nos retiraremos”, añadió.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ferviente defensor del tratado, admitió a fines de 2016 que sin Estados Unidos el TPP “no tendría sentido”.

Trump, además, firmó la orden ejecutiva para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), que lo vincula a México y Canadá.

El presidente de EE UU, Donald Trump, y el de China, Xi Jinping, dejaron claras este viernes sus diferencias acerca del comercio global. En sendos discursos en una reunión de empresarios antes de la inauguración de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), ambos expusieron dos visiones opuestas. Si el estadounidense insistió en unas propuestas de acuerdos bilaterales y el beneficio a su país, el chino contrarrestó con la defensa de la multilateralidad y de la globalización como “tendencia irreversible”

Ambos líderes llegaban a Vietnam tras una serie de reuniones a lo largo de dos días en Pekín en las que quisieron resaltar su buena relación personal y dar un nuevo vuelo a los lazos entre los dos países. Trump llegó a asegurar que no culpa a China del fuerte déficit, de cerca de 300.000 millones de dólares anuales, que padece la balanza comercial entre ambos países, favorable a Pekín.

Pero en su intervención en Da Nang, la ciudad costera vietnamita donde se celebra la cumbre regional, el presidente que había llegado a calificar las prácticas comerciales chinas de “violación” de la economía estadounidense volvió a recuperar su retórica crítica.

Estados Unidos, declaró Trump, está dispuesto a acordar pactos bilaterales con cualquier país en Asia-Pacífico (o Indo-Pacífico, como ha comenzado a llamar a la zona para incluir también a India) pero solo si cumplen la regla del “respeto mutuo y beneficio mutuo”. El inquilino de la Casa Blanca arremetió contra los pactos multilaterales y la Organización Mundial de Comercio, que —sostuvo— “no nos ha tratado con imparcialidad”. “Siempre pondré a América primero”, agregó, “nunca volveremos a entrar en tratados que nos atan de manos”. Uno de los primeros actos de su presidencia fue abandonar el TPP, el ambicioso acuerdo de libre comercio entre ambas orillas del Pacífico que había abanderado su predecesor, Barack Obama.

Trump se mostró muy crítico igualmente con las economías dirigidas, como es hasta cierto punto el caso de China o de Vietnam, a las que no mencionó por nombre. “Esperamos que los mercados se abran en la misma proporción en ambas partes y que la inversión privada, no los planificadores gubernamentales, dirija la inversión”.

El discurso de Trump fue acogido con un cierto mutismo entre los empresarios, cuyas 21 economías representan cerca del 60% del PIB mundial y tienen el intercambio comercial con el exterior como uno de sus grandes pilares.

Pocos minutos más tarde el mensaje de Xi fue muy diferente. Como hizo a comienzos de este año en Davos, y en contraste con el discurso proteccionista de Trump, se presentó como el gran adalid del multilateralismo. La globalización, sostuvo, es irreversible, pero debe beneficiar a todos los países y a todas las clases sociales.

“¿Debemos encauzar la globalización económica, o debemos titubear y quedarnos parados frente a los desafíos? ¿Debemos avanzar conjuntamente la cooperación regional o vamos cada uno por nuestro lado?”, se preguntó el líder chino. “La apertura trae consigo el progreso, mientras que la auto-exclusión nos deja atrás”.

El presidente chino, que prometió una apertura significativa de los mercados de su país a las empresas extranjeras —este viernes Pekín anunció una liberalización de su sector financiero que facilitará la inversión foránea en sus bancos—, promueve como alternativa al TPP otro pacto comercial, la Alianza Económica Integradora Regional (RCEP), que incluye a Australia e India pero no a Estados Unidos. El TPP, que Japón y los otros diez países miembros restantes tratan de revivir, excluye a China.

La parada en Da Nang es la cuarta de la primera gira presidencial de Trump por Asia. El líder estadounidense, que ya ha visitado Tokio, Seúl y Pekín, continuará el domingo viaje a Hanói, para reunirse con los líderes vietnamitas, antes de finalizar su viaje en Filipinas.