Evo Morales

El presidente boliviano Evo Morales cuestionó este jueves que algunos sectores de la oposición califiquen a su gobierno como un “régimen”, porque consideró que ese denominativo corresponde a las dictaduras. Recordó que él fue electo en las urnas con 50% de respaldo.

Igualmente destacó el valor de lo que denominó “democracia comunal”, que dijo que es contrapuesta a la democracia occidental de mayorías y minorías, «que deja resentidos”.

Su reclamo y explicación no han convencido a muchos y para peor la hizo justamente cuando Human Rights Watch publicó en el diario New York Times una declaración en la que lo acusa  de manipular los derechos humanos para aferrarse a la presidencia en su país.

Casi doce años después de haber asumido el cargo de presidente de Bolivia, Evo Morales parece estar decidido a aferrarse al poder”, dijo el director de la División de las Americas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.

En 2016, convocó a un referendo para eliminar una incómoda disposición de la Constitución boliviana que autoriza únicamente una reelección presidencial. Ello le habría permitido buscar un cuarto mandato y postularse de forma indefinida. Como sus planes fracasaron cuando la reforma fue rechazada por el 51 por ciento de los ciudadanos, Morales tuvo que idear una nueva fórmula: en septiembre,sus partidarios en la Asamblea Legislativa presentaron una demanda ante el Tribunal Constitucional para pedirle que elimine el molesto límite a la reelección consagrado en la Constitución de Bolivia, explicó Vivanco.

Ya en 2013 Morales había acudido al mismo tribunal para eludir el límite a las reelecciones y buscar un nuevo mandato. En esa ocasión, el tribunal generosamente concluyó que el primer mandato de Morales (2006-2010) no contaba, porque se dio antes de que la Constitución de 2009 entrara en vigor y autorizó la reelección.

En su nueva maniobra, los partidarios de Morales alegan que el límite a la reelección discrimina al actual presidente y viola su derecho humano a participar en política. Para ello, citan una disposición de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que establece que los derechos políticos pueden limitarse “exclusivamente”, según una lista acotada de hipótesis, entre las que no figuran los límites a las reelecciones.

“Esta interpretación es francamente un disparate. La disposición de la convención fue concebida para impedir que gobiernos autoritarios se aferren al poder proscribiendo caprichosamente a candidatos opositores y no para bloquear los límites constitucionales a las reelecciones que precisamente buscan evitar el surgimiento de caudillos”, dijo el dirigente.

Morales, a pesar de las evidencias, insistió este jueves  que su régimen no es una dictadura sino todo lo contrario,  en un discurso que pronunció este jueves en Potosí destacando el valor de lo que denominó una “democracia comunal, que es contrapuesta a la democracia occidental de mayorías y minorías, que deja resentidos”.

Realizó luego un repaso de las decisiones tomadas en dictadura, entre las que mencionó un decreto-ley que establecía que la dictadura de Hugo Banzer debía extenderse hasta 1980, el descabezamiento de los sindicatos y la proscripción de los paros y huelgas.

“Eso era la dictadura, a eso se llama régimen”, afirmó para luego mencionar que ahora los “herederos de la dictadura, los pichones de la dictadura y los aliados de los neoliberales…nos acusan de régimen”.

Morales sostuvo que utilizan ese calificativo para referirse a la mayoría que el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) logró en las elecciones generales y que ahora le permiten tener el control en la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde la oposición es minoría.

La actual administración llegó al poder en 2006 y actualmente está en marcha una estrategia jurídica para habilitar a los actuales mandatarios a postularse en las elecciones de 2019 para la gestión 2020-2025