Por Martín Poblete
«Todos somos catalanes, los independentistas y los que no lo son. Estamos a tiempo de construir algo tangible y positivo, una Cataluña próspera en una España rica dentro de una Unión Europea cada día mas fuerte(Societat Civil de Catalunya, Barcelona, 29/10)».
Mas de un millón de catalanes marcharon este domingo por las calles de Barcelona manifestando su apoyo a la unidad de España, y su rechazo al aventurerismo secesionista, alentados por el acatamiento a la decisión del Gobierno presidido por Mariano Rajoy de aplicar el Artículo 155 de la Constitución de 1978.
Participaron conocidas figuras de la cultura y la política catalana, muchos de ellos se habían mantenido al margen de los debates recientes, destacando la presencia de quien fuera ministro de hacienda en el asegundo gobierno de Felipe González y ex Presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell. Estuvieron también los líderes regionales de los partidos constitucionalistas, Miguel Iceta, Presidente del Partido Socialista Catalán; Xavier García-Albiol, Presidente del Partido Popular Catalán; y por Ciudadanos su líder local Inés Arrimadas. No había lugar a restarse, como lo expresó muy bien el editorial de La Vanguardia: «En estos días difíciles todos se están retratando, no hay astucia que resista el impacto de la realidad (Barcelona, 29/10)».
En los días hasta la elección convocada para el 21 de diciembre, la institucionalidad autonómica estará en manos de la Vicepresidenta del Gobierno, la vallesolitana Soraya Sáenz de Santamaría, que aparece siendo ahora mencionada como «La Dama de Hierro de España y Cataluña». El cambio de mandos de la policía regional, Mossos d` Esquadra, ejecutado sin perturbaciones, el Mayor Josep Lluís Trapero sustituído por el Comisario Ferrán López, quedando restablecida la coordinación operativa con la unidad regional de la Guardia Civil.
Está en juego la capacidad de un gobierno democrático, para desmantelar un intento sedicioso rayano en golpe de estado. La restauración de la legitimidad institucional de la Autonomía de Cataluña pasa por la ejecución, sin sobresaltos violentos, del plan presentado por Mariano Rajoy; en lo fundamental, se trata de evitar intervenir con el peso del aparato coercitivo del Estado español, es decir, mantener al Ejército fuera de la ecuación. En el empeño, Rajoy apuesta su futuro político, en cierta medida también el del Partido Popular y su actual generación de líderes.
La manifestación de ayer en Barcelona fue convocada por Societat Civil Catalana, la principal organización ciudadana contra el independentismo. Todos somos Cataluña, rezaba el lema de su primera marcha tras la proclamación unilateral de la independencia y la aplicación del artículo 155. La multitudinaria protesta —1,3 millones de asistentes, según los organizadores, 300.000 según la Guardia Urbana— ha sido respaldada por cargos del Gobierno y políticos de los partidos constitucionalistas. Fue una llamada a la participación en los comicios del 21 de diciembre. «Votarem [Votaremos]», han gritado.
El mismo lema que durante los días previos al referéndum ilegal del 1 de octubre tomaron los independentistas, se ha escuchado este domingo por las calles de la capital catalana, pero esta vez para invitar a la participación en las elecciones autonómicas anunciadas por el presidente Mariano Rajoy para el 21 de diciembre.
En medio de miles de banderas de España y, en menor medida, de la Unión Europea en los alrededores del Paseo de Gracia alentaron a los manifestantes que encabezaron la manifestaciones con la pancarta y el lema de que ¡Todos somos Cataluña! Allí han estado el PP, con la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, el líder del PPC, Xavier García Albiol. También Ciudadanos, con su presidente, Albert Rivera, y la líder en Cataluña, Inés Arrimadas, así como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, junto a otros dirigentes socialistas. También han acudido a la cita el jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, y el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, además de Andrea Levy y Pablo Casado, del PP.
Rivera y Albiol se han dado un baño de multitudes. Muchos participantes se han acercado en distintos momentos de la mañana a ambos para fotografiarse con ellos o pedirles autógrafos en sus banderas. «Presidente, presidente», le han gritado al líder del PP en Cataluña. Lo mismo ha ocurrido también con el líder nacional de Ciudadanos. Otro de los más solicitados ha sido el socialista Josep Borrell, exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo.
Las banderas han compartido protagonismo con el ya citado grito de «Votarem», «España, unida, jamás será vencida» y el muy repetido «Puigdemont, a prisión», que ha vuelto a ser uno de los más coreados, como ya ocurrió en la cita previa convocada por Societat Civil Catalana (SCC) el pasado 8 de octubre, cuando celebraron otra marcha multitudinaria por las calles del centro de la capital.
«Se acabó la fiesta», «Más puentes y menos muros», «El 38% no es Cataluña» y «El despertar de un pueblo dormido», han rezado también varios carteles presentes en la concentración, en la que se han escuchado muchos gritos de apoyo al rey Felipe VI. «¡Qué cobardes, que votan en secreto!», ha coreado otro grupo junto a la fuente del Paseo de Gracia, cerca del escenario, en referencia a la votación que hubo en el Parlament el pasado viernes, con la que se declaró la independencia con 70 votos metidos en urna y casi la mitad de los parlamentarios fuera del hemiciclo.
Querella contra por la rebelión en Cataluña
La Fiscalía General del Estado ha decidido este domingo que la anunciada querella por rebelión por el proceso que desembocó en la declaración de independencia de Cataluña del pasado viernes no se registre solamente en el Tribunal Supremo, como estaba previsto inicialmente, sino que las acciones penales se interpongan también en la Audiencia Nacional.
Fuentes del ministerio público se plantean que en el alto tribunal se denuncie a los responsables de la declaración que aún gozan de aforamiento, como los miembros de la Mesa del Parlament, encabezados por Carme Forcadell, que dieron trámite a la votación de la independencia. Tras disolver la Cámara el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a través del artículo 155 de la Constitución, varios miembros de la Mesa permanecen en la Diputación Permanente, y por lo tanto, mantienen el fuero. Con Forcadell, votaron a favor de tramitar la resolución el vicepresidente de la Cámara, Lluís Guinó (JxSí); la secretaria primera, Anna Simó (JxSí); y la secretaria cuarta, Ramona Barrufet (JxSí).
El secretario tercero, Joan Josep Nuet (Catalunya Sí que es Pot), votó en contra de la tramitación aunque participó en el recuento de los votos que sirvieron para aprobar la resolución que instaba al Govern a poner en marcha la pretendida república catalana. Nuet no pertenece a la Diputación Permanente, por lo que ya no es aforado.
Líderes rebeldes huyen a Bélgica: Ultima Hora
Los líderes independentistas, con Puigdemont al frente, huyeron a Bélgica tras haber insistido en su intención de alcanzar la independencia siempre por vías pacíficas.
Fuentes del Ministerio de Interior han asegurado que no les “preocupa” ese viaje de Puigdemont a Bruselas, porque lo que les interesaba “más hoy” es que no fuera a Palau de la Generalitat.
Se da la circunstancia de que este domingo secretario de Estado belga de Migración y Asilo, Theo Francken, ofreció asilo político a Puigdemont, lo que provocó una grave crisis en el gobierno belga y obligó al primer ministro, Charles Michel, a desautorizar al responsable de asilo.
En un comunicado dirigido a la agencia Belga, Michel señaló que el asilo para Puigdemont “no está en absoluto en el orden del día” del Gobierno. “Pido a Theo Francken que no eche leña al fuego”, señaló el primer ministro, quien reiteró, además, su llamamiento al diálogo entre las autoridades españolas y catalanas. El portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, opinó ayer que Francken incumplió los principios de solidaridad y colaboración de los países en la Unión Europea, publicó La Vanguardia en Barcelona.