El Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy decidió aplicar el artículo 155 dela Constitución política española e intervenir el Gobierno de Cataluña, lo que analistas consideran la decisión más inesperada para frenar el grave conflicto catalán. Tanto el Presidente del Gobierno catalán Carlos Puigdemont como todo los demás integrantes del poder en Cataluña y los miembros del Parlamento han sido “cesado en sus cargos”.
“El Gobierno no quiere dilatar esto ni un minuto más”. Con esta frase Rajoy dio a conocer se decisión y convocó a elecciones autonómicas para el próximo 21 de diciembre.
“Hay que volver a la ley y a la concordia y la mejor manera de hacerlo es con urnas limpias y democráticas”, afirmó Rajoy para explicar la decisión que acababa de tomar.
Así el Presidente decidió resolver este asunto en las urnas y por lo tanto no habrá esembarco del Ejecutivo español en la comunidad autónoma, ni se nombrará una suerte de gobierno artificial en funciones para gestionar la vida de los ciudadanos.
«Hay», dijo, «que dar la voz a todos los catalanes. Son las urnas con controles y garantías la mejor manera de volver a la legalidad». «Ahora», añadió, «de lo que se trata es de evitar más daños. No se suspende el autogobierno, ni se interviene ni se controla, lo que se hace es volver a la legalidad constitucional y estatutaria».
Minutos antes de explicar sus decisiones el presidente del Gobierno se puso en contacto con los líderes de los dos mayores partidos que le han dado su apoyo en la activación del artículo 155 de la Constitución: Pedro Sánchez (PSOE) y Albert Rivera (Ciudadanos).
El Ejecutivo aprobó en total cinco decretos. El primero, el del cese del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el segundo, el de todos los miembros del Govern, incluido el vicepresidente Oriol Junqueras; el tercero, el de asunción de las competencias de todos ellos por los Ministerios correspondientes; el cuarto, el de extinción de organismos, oficinas gubernamentales y delegaciones en el extranjero y ceses de los 141 eventuales que caen al mismo tiempo que los consejeros que los nombraron; y, por último, el quinto, el de disolución del Parlament y convocatoria de elecciones.
Entre los organismos que se extinguen figuran el Consejo de Transición Nacional, las oficinas del presidente y del vicepresidente, Diplocat y las embajadas en el extranjero. También se cesa a los delegados de la Generalitat en Bruselas, Amadeu Altafaj, y Madrid, Ferran Mascarell; el secretario general del Departamento de Interior, César Puig, y el director general de la Policía Autonómica, Pere Soler.