El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, en una reunión con su equipo de Gobierno para decidir de cómo salir adelante del más serio conflicto político de los últimos tiempos en España y para dar una respuesta a la inminente aplicación del artículo 155 de la Constitución que significa la intervención total de las autoridades españolas en la región catalana.

La opción que gana terreno es que el presidente de la Generalitat convoque a elecciones autonómicas anticipadas tras disolver el Parlament regional y evitar así que el Gobierno ejecute las medidas que el Senado autorizaría mañana viernes. Para anunciar esta salida, el presidente Puigdemont lo único que pide a la Moncloa (sede del gobierno español) son «garantías» de que el presidente, Mariano Rajoy, no aplique el artículo 155 de la Constitución si disuelve este jueves el Parlament. El Gobierno estudia en estos momentos la última propuesta de la Generalitat.

Después de unas intensas jornadas con la mayoría del Govern en Barcelona se inclinaba  este jueves por disolver el Parlament e ir a unas elecciones. Es la única salida que hoy encuentran para evitar la destitución fulminante de todo el Ejecutivo autonómico y demás medidas que el Gobierno pondría en marcha esta semana.

Carles Puigdemont, a su juicio, la consecuencia inmediata es «desposeer al pueblo de Cataluña de sus instituciones». El Gobierno español pide al presidente autonómico no solo que convoque a elecciones, sino que reconozca la legalidad de las instituciones españolas.

Los argumentos que utilizaban entonces fuentes gubernamentales eran que Puigdemont y su equipo no se podían quedar en funciones dos meses más a los mandos de la Generalitat. De confirmarse que el president disuelve hoy mismo el Parlament para adelantarlas, los comicios se celebrarían el 20 de diciembre.