El presidente de Cataluña suspendió la declaración de independencia para abrir un proceso de diálogo

El presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, se presentó ante el parlamento regional por primera vez desde el referendo ilegal del 1 de octubre.En su discurso aseguró que la consulta otorgó el mandato para «Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república» pero propuso suspender este proceso para buscar un diálogo en el que Europa esté involucrada.

En juego está el futuro de un territorio estratégico para España, con una superficie similar a la de Bélgica, con un 16% de su población y un 19% de su Producto Interior Bruto. Y desde Madrid, no piensan quedarse con los brazos cruzados.

En español, afirmó que no tiene «nada contra España», pero apuntó que la relación es «insostenible», después de «años de agravios» por parte de las autoridades españolas.

Recordó que durante mucho tiempo reclamó un referéndum acordado como el celebrado en Escocia pero siempre se encontró con «una negativa radical y absoluta» del Gobierno español.

Entre los agravios mencionó lo que considera «menosprecio» a la lengua y la cultura catalanas, la falta de inversiones y la decisión del Tribunal Constitucional en 2010 de recortar el Estatut (norma básica en Cataluña) que había sido aprobado en consulta popular unos años antes.

Puigdemont aseguró también que Cataluña «es un asunto europeo» y se comprometió a «desescalar la tensión» generada por ese referéndum.

En el referendo del 1 de octubre, marcado por la violencia policial para impedir el voto en determinados colegios, solo un 43% de los 5,3 millones de electores potenciales participaron, un 90% a favor de la secesión.

Tras la intervención del presidente de la Generalitat, Inés Arrimadas, diputada del partido Ciutadans, tomó la palabra y afirmó: «Esto es una crónica de un golpe anunciado». Según Arrimadas, Puigdemont expresa «el peor nacionalismo que hay en Europa». «Se han equivocado de siglo y de lugar», agregó con ironía.

Por su parte, el líder del Partido Socialista de Cataluña, Miquel Iceta, sentenció: «No se puede suspender la declaración que no ha hecho». Según Iceta, la jornada del 1-O fue «un acto de votación sin garantías», por lo que «no se puede desprender ningún mandato democrático» del referéndum.

Hasta el momento, el gobierno español no se pronunció oficialmente sobre la intervención del presidente catalán.

 Declaración del Gobierno español

El Gobierno español consideró hoy que es inadmisible «hacer una declaración implícita de independencia para luego dejarla en suspenso de manera explícita», en alusión al discurso del presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, en el Parlamento regional.Fuentes del Gobierno aseguraron a la agencia Efe que no se puede aceptar dar validez a la ley catalana del referéndum, que está suspendida por el Tribunal Constitucional de España, y tampoco se puede dar como válido el supuesto recuento de un referéndum «fraudulento e ilegal» que se celebró el pasado 1 de octubre.

«Ni mucho menos» dar por sentado que los catalanes han dicho que quieren independencia, agregaron las fuentes, que insistieron en que no es admisible «hacer una declaración implícita de independencia para luego dejarla en suspenso de manera explícita».

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