El presidente venezolano Nicolás Maduro hizo este martes un llamado al Ejército bolivariano a “aceitar” los fusiles, en una nueva escalada verbal contra su homólogo estadounidense, Donald Trump.
«Hemos sido amenazados descaradamente por el imperio más criminal que haya existido y tenemos la obligación de prepararnos para garantizar la paz», dijo el mandatario en la ciudad venezolana de Maracay.
Este anuncio lo hace Maduro dos días después de que Trump incluyera a Venezuela en una lista de países con restricciones para viajes a los Estados Unidos, Maduro subrayó que para lograr la «prosperidad» es necesario «tener los fusiles, los misiles y los tanques bien aceitados, preparados para defender cada palmo del territorio, si hiciera falta».
El panorama tampoco se ve bien en el caso de Corea del Norte donde se lleva a cabo una guerra dialéctica con Estados Unidos.
Las amenazas entre una y otra potencia atómica ha hecho intervenir al gobierno chino que afirmó que un hipotético conflicto armado entre Estados Unidos y Corea del Norte «no tendría ganadores y sería una tragedia también para los vecinos de la región», un día después de que el canciller norcoreano Ri Yong Ho asegurara que Washington ya les había declarado la guerra. Ri basó su aseveración en declaraciones y escritos de Donald Trump en los últimos días, como una intervención ante la ONU en la que aseguró que si EEUU «se ve obligado a defenderse a sí mismo y a sus aliados, no tendrá más remedio que destruir totalmente a Corea del Norte».
China agregó, sin embargo, que hemos visto que Estados Unidos ha negado claramente que haya una declaración de guerra», comentó en rueda de prensa el vocero de la Cancillería china, Lu Kang.
«Esperamos que Estados Unidos y Corea del Norte se den cuenta de que recurrir a una solución militar nunca sería una opción viable, y que la provocación mutua sólo incrementa el riesgo de confrontación, reduciendo el espacio para maniobrar», añadió el portavoz, quien subrayó que China «desaprueba totalmente esta escalada de declaraciones».
Con respecto a Venezuela, aunque Trump asegura que las medidas o sanciones adoptadas contra el régimen de Maduro buscan presionar a Caracas a restablecer la democracia, ya planteó abiertamente en agosto pasado hacer uso de una opción militar ante la grave crisis política y económica venezolana.
«El futuro de la humanidad no puede ser el mundo de las sanciones ilegales, la persecución económica», señaló Maduro, vestido con una camisa verde oliva y una gorra militar.
«Venezuela cuenta con el sistema de cohetes más moderno que jamás haya tenido la Fuerza Armada en ningún momento de su historia», resaltó Maduro, a quien Trump llama «dictador» y para quien pidió este martes sanciones por parte de Europa, como ya lo hizo Canadá.
El decreto firmado por el presidente estadounidense el domingo restringe el ingreso a los Estados Unidos de funcionarios de una larga lista de entidades del gobierno venezolano y a sus familiares.
La Casa Blanca argumenta que Venezuela «no coopera en la verificación de si sus ciudadanos representan una amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública».
Maduro ya había convocado a finales de agosto a unos ejercicios militares con participación de civiles, luego de que Trump deslizara la posibilidad de una acción militar.