La quinta baja consecutiva y rompiendo el nivel de los 3 dólares, cerró este martes el cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME).

El metal descendió 2,01% en el mercado internacional y se transó en US$2,99439 la libra contado «grado A», nivel que se compara con los US$3,05585 del lunes. De esta manera, el metal rojo acumula un retroceso de 4,38% en las últimas 5 sesiones. Producto de lo anterior, el promedio del mes disminuyó hasta los US3,08318, aunque el anual escaló a US$2,68297.

En esta forma volveremos a ser pobres por el cobre que es considerado nuestro sueldo o el sueldo de Chile, en el marco de una política estatal totalmente errada y criticada por los expertos mundiales. Chile no puede continuar su desarrollo económico sin diversificar sus exportaciones. Mientras esto no ocurra nuestra situación internacional será débil.

Nuestras exportaciones son cobre, fruta, celulosa, madera y punto. Mientras tanto, «en el horizonte se está hablando y especulando con el litio». Pero con los pies en la tierra, la verdad es que si baja el cobre, baja el sueldo de Chile; y si sube nos volvemos locos viajando.

Ninguno de los candidatos ha hablado en serio y con antecedentes documentados de cómo diversificar nuestra producción exportadora. Nadie, ni el gobierno ni los candidatos nos han dicho de cómo poder traer nuevas tecnologías a Chile o crearlas y trabajarlas como corresponde.

Ricardo Bustamante, analista de Mercados Capitaria, señaló que el comportamiento del cobre va en línea con los rendimientos mostrados durante las últimas sesiones, tras corregir valores no vistos en tres años.

«Cabe destacar que esta debilidad del metal rojo se da en un escenario de caídas en los metales en general, en línea al rebote que ha registrado la cotización del dólar a nivel global después de calmarse las tensiones desde Corea del Norte y tras un paso del huracán Irma en Estados Unidos, que dejó mucho menos daños a los anticipados en la costa de Florida», indicó.

El analista añadió en emol.com que de todas maneras mañana por la noche estaremos atentos a cifras sectoriales en China, principalmente en la producción industrial, que podrían generar una mayor volatilidad en el precio del cobre.

La diversificación en Chile

En 2012 se nos decía: Las exportaciones chilenas están en alza. El 2011 el país exportó bienes por un monto de US$75.000 millones, un 31,5% más que en el 2009 y 17% más que en 2010.

Según las cifras del Banco Central, las exportaciones de Chile alcanzaron en 2016 US$ 59.917 millones,  lo que representó una nueva caída del 3,7% respecto del año anterior (2015).  Es decir, la cifra de 2016 es menor en 14.083 millones de dólares  a los ingresos por ventas en el exterior realizadas en 2011. Esto significa claramente que hace tiempo que vamos retrocediendo en vez de avanzar como sería lo lógico. Seguro que todos me van a decir que es culpa del precio bajo del cobre. ¿Cuál es entonces el camino? Diversificar y planificar con seriedad y traer o inventar nuevas tecnologías. En esta dirección, el de la investigación,  deberían mirar  también las decenas de universidades de este país.

Esta tendencia a la baja, como vemos, se viene observando desde 2012, cuando las exportaciones comenzaron a reducirse año a año.

Una pregunta clave es saber hasta que punto  los números actuales reflejan una diversificación de las exportaciones o si se trata de una situación puramente coyuntural.

Desde ProChile se ha señalado que el crecimiento de los envíos no-cobre sería el resultado del trabajo de promoción de nuestros productos que se está llevando a cabo en los mercados internacionales. Sin embargo, las cifras no permiten ver progresos reales.

De acuerdo con el Banco Central, durante el período 2004-2016 las exportaciones no-cobre crecieron a una tasa anual del 8%, pero los números de los años recientes no son tan positivos. En 2015, por ejemplo, las exportaciones no-cobre cayeron casi 14,9% respecto de 2014, y el promedio de crecimiento anual de este ítem para el período 2012-2016 fue de -2,3%. Y en números globales, si en 2003 las exportaciones no-cobre representaron el 53% de las exportaciones totales, en 2016 llegaron al 54%: un aumento muy discreto.

Algunos sectores, sin embargo, sí han tenido una evolución importante. Entre ellos se encuentra el frutícola, que experimentó un crecimiento de 186% en sus envíos entre los años 2003 y 2016 (lideran las exportaciones de arándanos y cerezas, con incrementos sobre 1.000% para ese período), fuertemente influenciado por la demanda de China.

El análisis económico ha sugerido que la clave para entender la productividad de un país se encuentra en la diversidad de sus capacidades. Así, la verdadera transformación productiva y el desarrollo económico dependerían de la expansión de la base de conocimiento y de su aprovechamiento para producir y exportar una mayor y más sofisticada gama de bienes. Dicho de otra forma, mientras más diversos son los productos de exportación, es porque más diversas son las capacidades y conocimientos que posee el país.

Dicha idea ha sido estudiada empíricamente. Así, el indicador de complejidad productiva desarrollado por la Universidad de Harvard mide tal dimensión para 144 economías. En su última versión, Chile ocupó el puesto 58, ubicándose entre aquellos países con alto ingreso per cápita, pero bajo nivel de complejidad económica, como Qatar, Kuwait, Omán, Venezuela. Más preocupante aún, durante las últimas décadas el país ha visto caer en 20 posiciones su ubicación en el ranking. El atraso de Chile en esta materia puede afectar su trayectoria de crecimiento, luego de que en el pasado el boom de las materias primas pudo haber ayudado a cubrir las consecuencias de no haber diversificado la matriz exportadora.

Los esfuerzos del país en el ámbito de la exportación, liderados por ProChile, han sido un avance, pero no son suficientes.