Rusia está siguiendo los pasos de Corea del Norte, pero a otro nivel,  al lanzar este martes el misil balístico intercontinental RS-24 Yars desde el cosmódromo de Plesetsk, en el oeste del país, y cayó en Kamtchatka, a 5.600 kilómetros de vuelo. Se trata de un ICBM de última generación que entró en servicio en 2010, informó el Ministerio de Defensa en Moscú.

El ICBM, como se conoce a este tipo de proyectiles por sus siglas en inglés, alcanzó con éxito su objetivo en el polígono de Kurá, en la península rusa de Kamchatka, a unos 5.600 kilómetros de distancia.

La prueba tuvo como objetivo principal comprobar la fiabilidad de un lote de misiles de clase similar (SS-27 Mod 2, según terminología de la OTAN), que son, a su vez, una versión modernizada del Tópol-M, que entró en operaciones en 2010, destacó la agencia rusa Sputnik.

Todos los objetivos fueron completamente cumplidos, señaló el ministerio ruso.

El RS-24 Yars tiene un alcance de 11.000 kilómetros, destaca por su alta maniobrabilidad y lleva una ojiva de guiado individual y reentrada múltiple. Fue diseñado por el MIT (Instituto de Termotecnia de Moscú) en respuesta al escudo antimisiles de los Estados Unidos, según señaló Sputnik.

Nuevas sanciones a Corea del Norte

La ONU dio hoy un paso más para intentar ahogar económicamente a Corea del Norte por su programa nuclear, al aprobar nuevas sanciones que limitan sus importaciones de petróleo y derivados y prohíben sus exportaciones de textiles.

”No estamos buscando la guerra”, afirmó la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, impulsora de la resolución que fue aprobada hoy por el Consejo de Seguridad, aunque con sanciones menos drásticas de lo que inicialmente buscaba Washington.

”Corea del Norte no ha pasado el punto de no retorno. Si acepta parar su programa nuclear puede llegar a reclamar su propio futuro”, dijo Haley después de que la resolución fuera aprobada unánimemente por los quince integrantes del Consejo.

Enmiendas de Rusia y China

El texto final ha sido rebajado tras la petición inicial estadounidense de un embargo total. Inicialmente, Estados Unidos pedía, entre otras cosas, la prohibición de que los países miembros de la ONU vendieran a Corea del Norte gas, crudo y productos petroleros refinados, así como la prohibición de comprar textiles norcoreanos.

Rusia y China, que tienen el derecho de veto sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad, habían expresado su oposición a algunos de los puntos de ese proyecto, por lo que se abrió una ronda de negociaciones que culminó en las últimas horas.

El texto final establece la prohibición de que se pueda exportar a Corea del Norte gas natural o licuado. Asimismo, prohíbe vender al régimen de Pyongyang productos petroleros refinados que excedan el medio millón de barriles desde el 1 de octubre próximo, durante tres meses, y de 2 millones de barriles a partir del 1 de enero de 2018, durante doce meses.

También determina que se congelen las cantidades de petróleo que se vende a Corea del Norte para que no excedan los montos entregados durante los últimos doce meses.

Por otra parte, establece que Corea del Norte no podrá vender fuera del país sus productos textiles, una industria que, según datos de EEUU, genera unos 760 millones de dólares al año y es una de las principales fuentes de divisas del régimen de Pyongyang.

Corea del Norte no podrá exportar sus productos textiles, una de las principales fuentes de divisas del régimen de Pyongyang

Junto con otras sanciones anteriores, que fijaron un embargo de las exportaciones de carbón, hierro, pescados y mariscos, con las medidas anunciadas hoy Corea del Norte pierde 2.700 millones de dólares o el 90 % de sus ventas al exterior, de acuerdo con cifras del año pasado calculadas por EEUU.

Las sanciones se extienden también a los norcoreanos empleados fuera del país, que no recibirán permisos de trabajo, lo que les impedirá enviar remesas de sus ingresos a su país de origen.

Esa medida, según Estados Unidos, afecta a cerca de 93.000 emigrantes norcoreanos.