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En medio de la gran tragedia por las víctimas fatales que suman entre 10 y 40 y la destrucción con daños estimados entre 50.000 y ochenta mil millones de dólares en la región del Caribe, con aeropuertos cerrados por inundaciones, como son los casos de Miami y Fort Lauderdale, siete millones de usuarios sin luz (33% de la población), fallos generales en la conexión telefónica, carreteras cortadas, amplias zonas marítimas inundadas, y problemas de suministro de gasolina ha comenzado este lunes la difícil tarea del retorno a casa de las miles y miles de personas residentes en la zona afectada y que para proteger sus vidas abandonaron sus ciudades de residencia en automóvil, lo que está originando problemas graves por atochamientos vehiculares en los cuales los involucrados deben mostrar mucha paciencia porque el avance se está haciendo muy lentamente.
La interrupción de los servicios básicos no afecta solamente al estado de Florida sino también a varios puntos de la zona afectada en el gran Caribe. Sin embargo, las estructuras de los edificios habitacionales y hoteles en Miami y alrededores no resultaron afectadas a pesar de los vientos de 250 a 300 kilómetros. Esto no fue así en otros puntos fuera de EE UU, como diversas islas caribeñas entre ella Cuba, la Española (con República Dominicana y Haití) y también Antigua.
Un escenario grave que sacó a la luz la debilidad de las infraestructuras de estadounidenses, pero también su enorme capacidad para reconstruirse y salir adelante, como escribió el diario El País de España. El caso no es similar ni en Cuba ni en otros puntos del Caribe no estadounidense, donde la reconstrucción tardará años.
El columnista de KRADIARIO Martín Poblete nos recordaba este lunes que hace algo mas de cincuenta años, el geógrafo Wilburgh Zelinsky, profesor en el Instituto de Geografía de Columbia University, publicó un extenso artículo en la Revista Americana de Historia y Geografía, advirtiendo de los riesgos implícitos en la forma como se estaba ejecutando la urbanización de la costa Este del Estado de Florida.
Zelinsky sostenía que llevar la urbanización a orillas del Océano Atlántico, traía consigo usos humanos del espacio sin considerar las variables climáticas del Caribe y del Atlántico ecuatorial; de no cambiar la lógica del desarrollo urbano en Florida, se terminaría construyendo una larga megalópolis peligrosamente expuesta a fenómenos naturales extremos. Las advertencias del Profesor Zelinsky fueron recibidas por planificadores y políticos con las expresiones habituales; fascinantes, interesantes, provocativas; sin embargo, a la hora de diseñar e implementar políticas públicas, fueron desestimadas.
Irma fue un huracán originado en el Atlántico ecuatorial, de fuerza y dimensiones extraordinarias, sus características vinculadas al efecto del calentamiento del océano sobre atmósfera con temperaturas por sobre los promedios de las décadas recientes, es decir los efectos del calentamiento global; los aspectos relacionados con los enormes perjuicios ocasionados, así como los temas relacionados con reconstrucción y remodelación urbanas, serán materia del debate que recién ha comenzando, poniendo de frente a científicos, los intereses de las empresas constructoras promotoras de urbanizar los espacios cercanos a la costa, la industria hotelera y turística, las compañías de seguros, y los políticos.
Las inundaciones también son otro gran obstáculo para aquellos que quieren regresar a su hogar y que deben hacerlo ya sea por la carretera Interestatal 10 o por la I-95 en el noroeste de la Florida.
El río St. Johns han subido a niveles históricos con la marejada de la tormenta, inundando calles y vecindarios. Además han bloqueado el paso de dos carreteras interestatales. Los dos puentes principales están cerrados hasta nuevo aviso.
Los oficiales estatales de seguridad están pidiendo paciencia, ya que muchas carreteras necesitan estar limpias para permitir el acceso a vehículos de emergencia. El alcance de los daños aún no se sabe; las escuelas, la universidad del estado y los parques estatales están cerrados. Hay más de 200,000 personas en refugios de emergencia desde el lunes.
“Entendemos su frustración. Solo les pedimos paciencia con nosotros”, dijo el Capitan J.R. Hutchinson, jefe de la Policía del Condado.
“Mantengase fuera de las carreteras”, dijo en un tuit un policía de Orlando.
“Le estamos diciendo a las personas que es muy pronto para preguntar cuándo puedo regresar a mi casa”, dijo Beth Frady de la Patrulla de Carreteras, quien está pidiendo a las personas que contacten a las autoridades de su comunidad para verificar las condiciones de las carreteras antes de emprender su regreso.
La apertura de los puertos es nuestra prioridad, dijo Wiley, así como las vías de agua para que el tráfico comercial pueda llegar a su destino y pueda llevar gasolina y artículos de primera necesidad.
Último informe
Cerca de 7,2 millones de casas y negocios quedaron a oscuras en Florida y Georgia, debido al devastador paso de Irma, que este lunes se debilitó de huracán a tormenta tropical mientras avanza hacia el norte siguiendo la línea de la costa suroeste de Estados Unidos.
La mayoría de los afectados están en Florida, donde el Irma tocó tierra como huracán categoría 4 la madrugada del domingo en los Cayos. Según la Oficina de Gestión de Desastres, la cifra de clientes sin electricidad es de 6.210.042, lo que significa un 62,18 % del total de hogares, negocios y entidades públicas y privadas del estado.
La mayoría de los afectados están en Florida, donde el Irma tocó tierra como huracán categoría 4 la madrugada del domingo en los Cayos
En Miami Dade, el condado más poblado de Florida, son más de 830.000 los clientes sin electricidad, lo que equivale a un 73 % del total, según esta información oficial. La cifra se suma a los 860.000 hogares y negocios que sirve la empresa Duke Energy en Florida y que también están sin luz. En el condado de Monroe, al que pertenecen los Cayos de Florida y donde Irma tocó tierra este domingo como huracán de categoría 4, el porcentaje de usuarios sin luz es del 83 %.
El estado de Georgia, por su parte, reportó más de 570.000 casas y tiendas sin electricidad, y 80.000 en Carolina del Sur.
Florida Power Light, una de las compañías proveedoras, indicó en su cuenta de Twitter que tiene a más de 19.500 trabajadores dedicados sin descanso a restablecer el servicio “hasta que evaluemos el daño completo causado por Irma”. Sin embargo, se necesitarán días para que la instalación sea restaurada y los ciudadanos recuperen la luz. En algunos casos ,donde el daño fue extenso, incluso podrían ser semanas.
El director general de la empresa reconoció que el Irma había causado el daño más extendido de la historia de la compañía después de afectar todos los 35 condados que abastece, la mayor parte de la costa atlántica de Florida y la costa del golfo sur de Tampa. El daño más extenso fue probablemente en el área de Naples, pero todavía deben conocerse los resultados de una evaluación que se está llevando a cabo.
Irma se degradó hoy a tormenta tropical mientras avanzaba hacia el norte junto a la costa suroeste de Florida y se espera que mantenga ese rumbo hasta el martes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que firmó este domingo una declaración de gran desastre en Florida, anunció que visitará el estado “muy pronto” y se mostró satisfecho con la respuesta dada al huracán. “Florida ha recibido una catarata increíble de apoyo por parte de otros estados como respuesta al huracán Irma”, expresó el gobernador de Florida, Rick Scott, en un comunicado sobre la ayuda en personal, equipos y aeronaves.
Antes de llegar a Estados Unidos, Irma, que llegó a tener categoría 5, la máxima de la escala de Saffir-Simpson, pasó por el Caribe, la última de ella Cuba, donde dejó una estela de muerte y destrucción. Casi 40 personas, diez de ellas en Cuba , han perecido a consecuencia de Irma en las islas del Caribe, donde destrozó casi la totalidad de las infraestructuras.
En Florida hasta ahora se ha confirmado que tres personas murieron en accidentes de tráfico ocurridos por las adversas condiciones climáticas generadas por Irma, aunque la cifra puede aumentar ya que no se conoce todavía la magnitud del impacto en los Cayos por las dificultades de acceder a algunas islas y de comunicarse con esos lugares.
No se conoce todavía la magnitud del impacto en los Cayos por las dificultades de acceder a algunas islas y de comunicarse con esos lugares
De acuerdo a la información provista por la Oficina de Gestión de Emergencia estatal, la cifra equivale al 65% del total de clientes en el estado, muchos de los cuales aun no contaban con suministro eléctrico en el transcurso de la mañana de hoy.
Entre los condados más afectados figuran Duval, donde se asienta Jacksonville, ciudad afectada por lo que ya son inundaciones sin precedentes; St Johns, al noreste del estado y que alberga la histórica San Agustín, también abatida con considerables inundaciones y daño generalizado.
En el condado Miami-Dade, el más poblado del estado, más de 1,1 millón de personas, el 74% de los clientes se encuentra a oscuras y los trabajadores de las compañías de energía se hallan en una carrera contra el reloj para reponer los tendidos eléctricos que fueron arrasados por los poderosos vientos de Irma.
Degradada a tormenta tropical, aunque con fuertes rachas de viento, Irma continúa este lunes su desplazamiento sobre el norte de la península de Florida, con vientos máximos sostenidos de 65 millas por hora (100 km/h) y con dirección nornoroeste.
Irma se degradó hoy a tormenta tropical mientras avanzaba hacia el norte junto a la costa suroeste de Florida y se espera que mantenga ese rumbo hasta el martes.
Antes de llegar a Estados Unidos, Irma, que llegó a tener categoría 5, la máxima de la escala de Saffir Simpson, pasó por varias islas del Caribe, la última de ella Cuba, donde dejó una estela de muerte y destrucción.
Casi 40 personas, diez de ellas en Cuba, han perecido a consecuencia de Irma en las islas del Caribe.