El presidente de EE UU,  Donald Trump, en un intento por resolver una nueva de sus ya varias “metidas de pata”  aseguró que “revisará” la situación de los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores”, cuya protección se ha suspendido esta misma semana, y solamente podría ponerse a salvo si el Congreso no actúa dentro del plazo dado de seis meses.

Se trata del programa conocido como DACA que protege de la deportación a los inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños y que fue creado por el ex presidente demócrata Barack Obama  para darle oportunidades  de estudiar y trabajar a unos 800 mil  jóvenes, en situación irregular conocidos popularmente como soñadores.

El anuncio de la cancelación del Daca fue oficializado por el fiscal general, Jeff Sessions, quien indicó que el Congreso debe dar una solución antes de seis meses, que es cuando finaliza la prórroga que dio la administración de Trump para que empiecen a expirar los permisos temporales de estancia y de trabajo que concedía el programa, los cuales se renovaban cada dos años. En agosto de 2019 habrán caducado todos.

De acuerdo al Servicio estadounidense de Inmigración (USCISpor sus sigla en inglés), en los primeros seis meses de este año fueron aceptadas 46 mil 84 solicitudes, aunque solo fueron aprobadas 39 mil.

Esta decisión de Trump desagrada al 76% de los estadounidenses, según se desprende de una encuesta de Politico.

El sondeo, realizado por la firma Morning Consult, concluye que solo un 15% de los encuestados están a favor de que se deporte a los 800.000 jóvenes indocumentados. Un 58% quiere que los “soñadores” de Obama se queden en Estados Unidos y que puedan obtener la nacionalidad, mientras que otro 18% apoya que tan solo reciban la residencia.

El apoyo a los ‘dreamers’ viene de parte de todas las ideologías. Se oponen a la deportación el 84% de los demócratas, el 69% de los republicanos y el 74% de independientes. También el 66% de los votantes de Trump se muestran contrarios a su deportación.

El sondeo se realizó entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre con encuestas a 1.993 votantes registrados y el margen de error es del 2%.

El gobierno informó este martes que no aceptará más solicitudes de protección bajo el DACA a partir de la fecha y que el programa ha llegado a su fin. Pero las solicitudes recibidas por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración, que administra el programa, serán procesadas normalmente. Aquellas personas cuya situación bajo el DACA expire entre el 5 de septiembre del 2017 y el 5 de marzo del 2018, tienen hasta el 5 de octubre para solicitar su renovación.

El presidente Trump se pronunció en su cuenta de Twitter. “El Congreso tiene ahora 6 meses para legalizar DACA (algo que el Gobierno de Obama no pudo hacer). Si no pueden, ¡revisaré este asunto!”, escribió en relación a los “soñadores. Como he dicho antes, resolveremos el tema de DACA con corazón y compasión, pero a través del proceso democrático legal”, dijo.

Las reacciones

Por medio de varias manifestaciones en distintas ciudades de EE. UU.,  soñadores y defensores de inmigrantes rechazaron la decisión del Gobierno. La imagen de Trump, después de su anuncio, se cayó al suelo, según señalan los analistas y encuestas.

“La superioridad blanca ha demostrado otra vez cómo es el país”, lamentó la guatemalteca Alejandra Pérez. cuyo permiso del Daca expira en el 2019, pero en los próximos meses, junto con la organización de apoyo a inmigrantes en la que trabaja, tratará de presionar a los legisladores para que otorguen un permiso permanente  a los soñadores.

“Tengo un poco de confusión de lo que está pasando. Estamos en la misma situación con mi hermano”, expresó una “soñadora” guatemalteca.

Pérez cree que con la decisión de Trump solo se le hacen más difíciles sus planes.

“Planeo estudiar mi maestría y seguir trabajando, es solo una barrera que superar. Sé que será más difícil tener un trabajo. Estamos en riesgo de deportación y, más, nuestras familias, porque damos nuestra dirección y siempre hay indocumentados en las casas”, puntualizó.

Pérez es  graduada de Sociología y Estudios Étnicos en una universidad estatal. Junto a su hermano, José, un año menor que ella, compraron una casa recientemente. “Ponen a la comunidad en una situación muy difícil, más a los que hemos tenido acceso a trabajar, a más recursos; eso ha sido quitado”, recalcó.

Entretanto, el Daca de Kenny Quintana, por ejemplo,  expira en un año y mientras tanto puede trabajar legalmente. Llegó a EE UU   a los 12 meses de edad y ahora, a sus 22 años, trabaja como asistente de gerencia en un expendio de gasolina y estudia en un colegio comunitario para poder entrar en la universidad.

“La situación se veía venir y no queda más que seguir confiando en Dios. Es él quien tiene la última palabra en todo”, expresó.

Lamentó la eliminación del Daca, al   tiempo que enfatizó  que el miedo no debe adueñarse de su vida y tiene que seguir luchando.

Quintana tiene otros dos hermanos que nacieron en EE UU y en un futuro piensan reclamarlo para que sea ciudadano.

Cristina Jiménez, directora de la organización de apoyo a inmigrantes United We Dream, comentó que con la decisión de  Trump se completa un “perverso plan de supremacista blanco para aterrorizar a las minorías”.

Añadió: “No se equivoquen, estos políticos racistas no nos empujarán hacia las sombras. Este es nuestro hogar y estamos aquí para quedarnos”.

Para Angélica Salas, directora de la Coalición Pro Derechos Humanos del Inmigrante (Chirla), dijo que lo ocurrido con Daca es inmoral, cobarde e irresponsable. “Lo que hiciste fue destruir cientos de miles de vidas, de jóvenes. Te metiste con los más jóvenes de Estados Unidos, los vulnerables, esos que tienen 15 años y ahora no tendrán la oportunidad de estar protegidos”, añadió en alusión a Trump.