

Por Martín Poblete
Los huracanes se cuentan entre los mas atemorizantes y desconcertantes de los fenómenos naturales extremos. La espesa cobertura de nubes muy bajas, en tonos de intenso gris oscuro, es el primer anuncio seguido de un fuerte viento frío con algunos goterones sueltos, a veces acompaña tormenta eléctrica de truenos y relámpagos. En ese momento, el perro lanza su aullido mas largo tratando de hacerse el valiente, muy pronto buscará su escondrijo en la vegetación del jardín; los gatos, huyen hacia el mas escondido rincón del subterráneo, de ahí no saldrán hasta cuando en su fina percepción sea seguro salir. El vendaval de viento llega con enorme fuerza, lo acompaña un ruido de baja tesitura, pesado, ronco, parecido al de los trenes de carga; según la intensidad puede remecer una casa, arrancar de cuajo árboles de raíces poco profundas, tumbar señalética. Después del viento, llega la lluvia torrencial, la manga de agua cubriéndolo todo, suele durar entre seis a ocho horas, dejando a su paso variadas inundaciones y considerable destrucción.
El Huracán Harvey sobre el suroeste de Texas desde la noche del viernes recién pasado, se aparta del patrón habitual en esta clase de tormentas, el viento con fuerza ocasional próxima a 215 kilómetros por hora pasó, detrás llegó el vendaval de lluvia, pero a diferencia de lo habitual en estos casos, se ha quedado sobre el suroeste de Texas de manera descrita por meteorólogos y otros expertos como » sin precedentes», se dice permanecería por un par de días mas, cubriendo la región metropolitana de Houston-Galveston con mas de seis millones de habitantes, algunas de las mas importantes refinerías de petróleo de Estados Unidos, además de importantes instalaciones industriales y portuarias. El sufrimiento humano, la destrucción material, están siendo difundidas en detalle por todos los medios electrónicos y escritos.
Los habitantes de Houston no salen de su sorpresa por la magnitud de las inundaciones, que pese a las advertencias, superan todas las previsiones y se han convertido en las peores de su historia. ”He estado en otros huracanes en Carolina del Norte, pero lo que vivimos hoy en Houston es algo totalmente difícil de imaginar, no es algo que dure uno o dos días, esto llevará días” para que vuelva a la normalidad, declaró a Efe Mary Sutton, originaria de San Francisco y ahora vecina de esta ciudad texana. Para la mujer, vivir un fenómeno tan destructivo como este es algo “que te lleva a reflexionar sobre qué es importante en realidad» (Foto de portada de La Vanguardia de Barcelona).
Los fenómenos naturales siguen alcanzando niveles extremos, sin precedentes desde cuando se llevan registros confiables. Al parecer, la tendencia seguiría dándose en el futuro previsible; las comunidades científicas siguen discutiendo el rol del calentamiento global en las alteraciones registradas, así como la falta de políticas públicas de los principales emisores de gases provenientes de combustibles fósiles, sin encontrar respuestas serias.
La tormenta tropical Harvey se fortaleció hoy ligeramente en aguas del Golfo de México y sus vientos aumentaron a 75 kilómetros por hora frente a la costa de Texas, donde sigue dejando lluvias que amenazan con aumentar el saldo temporal de ocho víctimas mortales.
En su último boletín, emitido a las 21.00 GMT, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos amplió la zona de aviso de tormenta tropical a nuevas zonas de Luisiana, donde ya se sienten los efectos del ciclón, el más poderoso en llegar a Texas desde 1961.
Harvey, que alcanzó la costa con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora, lo que le convirtió en huracán de categoría 4 en la escala Saffir Simpson, para un máximo de 5, se desplaza hacia el estesureste a 6 kilómetros por hora y se halla a 70 kilómetros al este de Port O’Connor y 235 de Port Arthur (Texas).
La tormenta está previsto que se desplace hacia el noreste y a lo largo de la costa de texas hasta el miércoles, cuando volverá a tocar tierra cerca de la frontera con Luisiana, para dirigirse hacia el norte, donde se disipará a finales de semana, no sin antes dejar importantes lluvias en toda la región.