El «Gato» Gamboa es periodista desde antes que existiera el Colegio de Periodistas. Cumplió funciones como reportero deportivo en el diario «La Opinión», en 1954, cuando tenía 17 años de edad, hasta completar su carrera como integrante del equipo periodístico del diario La Nación en 2010. Entre los hitos más destacados de su carrera profesional está el haber sido director del diario Clarín, el de más alta circulación en Chile hasta 1973. También ha tenido cargos de responsabilidad en los diarios Ultima Hora, Fortín Mapocho, La Cuarta y La Nación. Después del golpe militar, el «Gato» Gamboa fue detenido, torturado y relegado. Lo contó en su libro
miércoles, 26 de mayo de 2010
MUY CERCA DE NERUDA EN ISLA NEGRA EL GATO GAMBOA PRESENTÓ SU LIBRO «UN VIAJE POR EL INFIERNO»
El periodista Alberto Gamboa, más conocido como Gato Gamboa, presentó su libro «Un viaje por el Infierno» publicado por la editorial Forja, en el Café de La Niña en Isla Negra, muy cerca de la tumba y Museo de Pablo Neruda.
Las presentaciones de la obra estuvieron a cargo del conocido periodista Sergio Campos de Radio Cooperativa y del Dr. Enrique Jenkins, quien fuera compañero del Gato en el centro de detención del Estadio Nacional, especialista en traumatológía que integró el equipo de especialistas que atendio al presidente Salvador Allende.
«Un viaje por el Infierno» es el trabajo de un cronista de la calidad del Gato Gamboa que describió paso a paso todas las angustias, sufrimientos y maltratos vividos en el campo de Concentración de Chacabuco, cerca de Antofagasta, hasta donde fue llevado por la dictadura militar por su pensamiento político.
Como dijo Sergio Campos (foto arriba-derecha), explicando la numerosa asistencia que llenó la sala del «Café de la Niña», que el Gato «es todo un ícono especialmente para los que ejercemos el periodismo, porque presenta un libro que deja huellas y que marca un período muy importante de nuestra historia.
En su presentación, Sergio Campos dijo que «el dolor y el sufrimiento nos están marcando constantemente y este capitulo vivido por el Gato Gamboa refleja de cómo la sociedad chilena se ha visto afectada con la tragedia por los acontecimientos del 11 de septiembre de 1973. Se pensó en algún instante que esto podría provocar un sentimiento de venganza, de odio y sin embargo en el libro del Gato Gamboa esa situación está ausente, porque él sin proponérselo actuó desde la perspectiva de la profesionalidad. A pesar de que el estaba siendo protagonista de los hechos, actuó como un verdadero cronista», subrayó Campos.
Comparó luego a Gamboa con el periodista polaco fallecido en 2007, Ryszard Kapuściński, «un contemporaneo del Gato» que mostró una gran capacidad de observación y un maestro de periodistas a nivel mundial y quien impulsó a observar a un cronista con los cinco sentidos que es una cuestión que esta tan vigente hoy dia cuando las miradas de los nuevos periodistas está marcado por lo audiovisual, por la visualidad solamente y tienen poca capacidad para oir, para sentir, para oler o para gustar, que constituyen tambien la base para construcción de cualquier historia que se inscriba dentro del papel que tenemos los periodistas de mediar entre la realidad y el publico que nos sigue».
Campos destacó la capacidad que tiene el Gato para extraer «desde la intimidad, la emocionalidad y plasmarla en hechos concretos, que no es una tarea facil».
Aquí se ve un trabajo de un maestro, cuya pluma tiene un desarrollo fluida, de una velocidad vertiginosa, porque el diario, uno tiene que ponerse en la época en que el Gato fue director del diario El Clarin, en que no existian todas las comodidades que tenemos hoy dia, donde están los computadores, sino aquí se escribía sobrecalientito y eso significaba que las prensas ya habían comenzado a andar y había que fabricar el producto con rapidez, sabiduría, inteligencia y también con precisión, que siempre requiere un periodismo de calidad».
El texto de su libro fue publicado en cuatro capítulos por la desaparecida revista «Hoy» en 1984. En el lugar del evento en Isla Negra se reunio una gran cantidad de periodistas y amigos personales del autor.
El “Gato” fue director del diario El Clarín durante 12 años hasta el mismo 11 de septiembre de 1973, el día del golpe militar. Años después y tras abandonar el campo de concentración quiso volver a ejercer su profesión, pero como era difícil trabajar en los medios por razones políticas, tuvo que dedicarse primero a otras actividades hasta que el entonces director de la prestigiosa revista Hoy, Emilio Filippi, lo contrató y allí comenzó a publicar reportajes deportivos.
Luego, el gerente general de la empresa, Enrique Marshall, fue quien lo instó a contar sus experiencias. “Acordé con ellos que iba a publicar las vivencias por las que había pasado en Chacabuco, pero no sólo las mías, sino que también las de mis compañeros de prisión”, declaró Gamboa.
Los setenta fueron años demasiado tumultuosos. Por eso recién en 1984 se publicaron los cuatro tomos en formato de libros pequeños. En tiempos en que no era común leer relatos de este tipo, según Gamboa, la aparición de los capítulos disparó las ventas. “La revista Hoy, que más o menos debe haber tenido un tiraje de 25 a 30 mil ejemplares semanales, con los capítulos subió a 90.000”.
El Gato Gamboa con 89 años de edad y 62 de profesión fue un verdadero sabueso del reporterismo nacional, de esos que nacieron con la letra de imprenta en la sangre, sin dejar pasar ningún segundo de vida para escribir la historia, y como buen gato, tomarle noche y día el pulso a Chile y al mundo.
jueves, 12 de julio de 2012
EL “GATO” GAMBOA FUE GALARDONADO CON EL PREMIO CAMILO HENRÍQUEZ DE TRAYECTORIA PERIODÍSTICA
El periodista Alberto “Gato” Gamboa obtuvo anoche el Premio Bicentenario de Periodismo Camilo Henríquez» en una ceremonia realizada en el Congreso Nacional en Santiago con motivo de conmemorarse los 56 años de la promulgación de la Ley que creó el Colegio de Periodistas de Chile.
El galardonado fue elegido por los periodistas de la orden en una votación efectuada por internet en la que participaron también como candidatos Enrique Ramírez Capello, Salvador Schwartzmann e Iván Cienfuegos.
Este Premio lo otorga el Colegio de Periodistas como reconocimiento a la trayectoria de sus colegiados con 25 o más años vinculados a la institución profesional.
El ganador del Premio, conocido como el Gato Gamboa, es periodista desde antes que existiera el Colegio de Periodistas. Cumplió funciones como reportero deportivo en el diario «La Opinión», en 1954, cuando tenía 17 años de edad, hasta completar su carrera como integrante del equipo periodístico del diario La Nación en 2010.
Entre los hitos más destacados de su carrera está el haber sido director del diario Clarín, el de más alta circulación en Chile hasta 1973. También ha tenido cargos de responsabilidad en los diarios Ultima Hora, Fortín Mapocho, La Cuarta y La Nación. Después del golpe militar, el «Gato» Gamboa fue detenido, torturado y relegado. Lo contó en su libro testimonial «Un viaje por el infierno».
Recientemente el periodista Francisco Mouat publicó el libro “Las Siete vidas del Gato Gamboa” en el que cuenta que él estuvo unas veinte veces preso por querellas contra Clarín. No obstante, es la prisión política —en el Estadio Nacional y en Chacabuco— la que deja las marcas más profundas. Las secuelas familiares, el sufrimiento del escarnio, el maltrato físico, el recuerdo de la tortura. Pero también, la oportunidad de resistir, junto con sus colegas periodistas —Ibar Aybar, Manuel Cabieses, Guillermo Torres, Rolando Carrasco y otros— construyendo un diario mural que fortaleció la identidad de la comunidad prisionera. En él, no faltó una mano de gato que hiciera un consultorio sentimental humorístico y picaresco firmado por un Profesor Nitrato que recordaba demasiado al de Jean de Fremisse del diario Clarín.
Antes de llegar a Clarín, cuenta Gamboa en el libro de Mouat, era reportero —junto a Manuel Cabieses y José Gómez López— en Última Hora. De ahí pasó a La Gaceta, diario que infló la candidatura del cura de Catapilco en 1958. El rol del periódico es una anécdota casi desconocida, bien contada en esta conversación. Como éste, otros recuerdos iluminan las épocas vividas por Alberto Gamboa.
Dirigiendo Clarín, que llegó a vender más de doscientos mil ejemplares durante la Unidad Popular, derrochó ingenio acompañado por atrevidos colegas entre quienes estaban Eugenio Lira Massi y Hernán Millas (Agapito). Son memorables sus titulares de primera plana, los aciertos fotográficos picarescos, el consultorio sentimental, Lolita. Todo eso que terminó de golpe. Relatada desde la vivencia diaria la gravedad de la crisis resulta minimizada y a la vez ilustrativa de la atmósfera cotidiana, dejando en el aire la necesidad, todavía, de mayor reflexividad para comprender la política, la prensa, la convivencia de entonces.
“La resistencia y la resiliencia tienen su cotidianidad, así como también la tiene la banalidad de los torturadores: una vez tuvieron más de tres horas al Gato Gamboa en la parrilla. “terminaron cuando uno de los torturadores le dijo al otro que tenía que irse al cine, porque su señora lo estaba esperando para ver El Padrino en el centro”, escribió recientemente el escritor e investigador de la Universidad de Santiago, Jorge Montealegre Iturra en el diario electrónico El Mostrador.