El autor material del mayor atentado terrorista en España desde el 11-M está muerto. Los Mossos d’Esquadra abatieron este lunes por la tarde, en una zona de viñedos de Subirats (a 50 kilómetros de Barcelona), a Younes Abouyaaqoub, de 22 años.

El terrorista se había convertido en el hombre más buscado desde el jueves, cuando irrumpió en La Rambla con una furgoneta blanca y arrolló a decenas de personas. Dejó 13 muertos y 88 heridos.

En la huida, que se prolongó por cuatro días, apuñaló mortalmente a un hombre para robarle un automóvil. La llamada a la ayuda ciudadana hecha este lunes funcionó y la policía catalana dio con Abouyaaqoub. Llevaba puesto un cinturón de explosivos que resultó ser falso. “¡Allahu akbar!”, gritó antes de ser alcanzado por los disparos.

El Terrorismo Islámico

Por Matín Poblete

Los atentados en Barcelona, ampliamente informados por todos los medios, traen de vuelta la cuestión del terrorismo islámico,  por la identidad de los responsables materiales, por los elementos religiosos involucrados en los crímenes cometidos y el reconocimiento de autoría por parte de una organización terrorista, Estado Islámico.
En mas de una oportunidad reciente, escribiendo en Kradiario, hemos reiterado la situación de guerra civil de religión sacudiendo al Islam como factor de la mayor importancia, detrás de la oleada de atentados terroristas cometidos por musulmanes en diversos países de Europa Occidental.   La extrema radicalización del conflicto entre las principales iglesias islámicas, se ha extendido a numerosas iglesias menores y sectas de los mas variados pelajes, desde el África Susahariana  pasando por el  Norte de África hacia el Medio Oriente en vasto arco de confrontaciones con diversos grados de violencia, mientras comienzan a manifestarse las principales manifestaciones  de dicha guerra civil de religión en India, Indonesia y Filipinas.    No ayuda que en dos de los principales países musulmanes, Iran y Arabia Saudita, sus respectivas iglesias, la Chía y la Wahabí, sean religiones oficiales del Estado.   A lo anterior se agregan  las guerras formales desatadas por la entidad Estado Islámico en Irak y Siria, la guerra en Yemen con la intervención directa de Arabia Saudita, y la guerra civil en Siria.
El conflicto entre musulmanes se da de manera despiadada, sin contemplaciones ni misericordia, se ponen las  bombas en las mezquitas a la hora del servicio religioso, cuando los templos están llenos.   Las jerarquías de las iglesias islámicas no parecen mayormente complicadas por la situación, no se tienen registro de reacciones de los Imams, Muftíes, Muezines, y otros dignatarios; tampoco cuando la violencia escudada en anunciados motivos religiosos se lanza contra fieles de iglesias cristianas.   Esta forma de conducta, ha jugado a favor del discurso excluyente de quienes se declaran únicos auténticos interpretes de la verdadera palabra del Profeta, todos los demás son herejes, en un mutuo excomulgarse cuyos rasgos de intolerancia han penetrado a los fieles, terminando por estimular conductas de violencia extrema.
La masiva emigración a Europa, resultado directo del colapso del Estado en Irak y Libia, de la violencia intramusulmana en África Subsahariana, y de la guerra civil en Siria, ha  llevado a países de la Unión Europea en particular, a líderes religiosos islámicos imbuídos del conflicto remeciendo sus iglesias originarias, y fieles dispuestos a seguir sus enseñanzas.    Los trágicos incidentes en Barcelona y Cambrills confirman los indicadores ya evidentes en sucesos similares anteriores, en ese marco de referencia estos sucesos serían parte de un proceso de largo plazo sin solución cercana.
Podrían hacer algo las potencias occidentales?   Por cierto, podrían retirarse militarmente de las guerras del Medio Oriente, pero eso no luce viable, Estados Unidos y sus aliados en la OTAN no parecen dispuestos a ceder espacios geopolíticos a Rusia, menos aún a Iran; a su vez, Rusia, forzada a salir del Medio Oriente por la diplomacia del Secretario de Estado Henry Kissinger, en los gobiernos de los Presidentes Richard Nixon y Gerald Ford, no estaría dispuesta a dejar pasar la oportunidad probablemente única de volver a esa convulsionada región, con fuerzas militares en el terreno.   Mientras tanto, las convulsiones sociales recientes complican mas la situación del Presidente Donald Trump, reforzando percepciones de ser persona de carácter impredecible, volátil, no faltan algunos ya escribiendo acusándolo de inadecuado para el cargo, todo lo cual hace mas difícil la toma de decisiones en la principal potencia occidental.