Según el Ministerio de Salud cada año cerca de 24 mil mujeres asisten a centros de salud por motivos de agresiones intraamiliares, ya sea al interior del hogar o por asaltos. De ese grupo, en 2016 casi nueve mil confesaron que fueron agredidas por alguien de su entorno familiar, mientras que al menos cinco mil dijeron que el agresor fue su actual o anterior pareja.
El reporte también arrojó que 77 embarazadas acusaron ataques de género y que el grupo etario que más casos
de violencia registró fue el de mujeres entre 25 y 34 años: 2.699 dijeron haber sido golpeadas por algún cercano, informó este domingo La Tercera.
Los datos del Minsal también desglosan los tipos de lesiones que constataron los médicos: 9.753 por contusiones, 1.778 traumáticas, 76 odontológicas y 141 provocadas por armas.
Ante este escenario, la cartera elaboró un sistema que emula el monitoreo que se hace a las enfermedades “Lo que pensamos fue en aplicar un modelo más sanitario al problema, en el sentido de identificar a las mujeres víctimas de violencia y poderles hacer un seguimiento desde el punto de vista de salud”, dijo la autoridad. Cada vez que una mujer llegue a un servicio de urgencia público por violencia intrafamiliar, el médico tratante deberá levantar una ficha clínica a través de un sistema informático y notificar el caso de la paciente a la Seremi de Salud correspondiente. Días después, el establecimiento de salud citará a la mujer a una “evaluación integral” y le planificará una serie de actividades, exámenes y consultas acorde a la gravedad de sus lesiones.
Así funciona el protocolo de atención del plan piloto que, desde el año pasado trabaja el Ministerio de Salud (Minsal) para monitorear la ocurrencia de los femicidios a nivel país.
Se trata de un sistema de “vigilancia epidemiológica” que busca detectar los lugares donde se originan los “brotes”, derivar a los pacientes a centros de apoyo intersectoriales, y registrar los casos de ataques de género, como los que denunció hace dos semanas Valentina Henríquez a manos de su ex pareja, el vocalista del grupo Los Tetas, Camilo Castaldi, conocido como “Tea Time”.
Apuntó que el desafío que resta por resolver es la dependencia económicamente de la víctima con el agresor. “No existe política pública que lo haya resuelto. Ese es el gran problema de la mujer que está en el círculo de violencia: salir de la casa y encontrar trabajo”, dijo.