El preso político venezolano Leopoldo López, de 46 años, abandonó  hoy la cárcel de Ramo Verde tras permanecer allí desde febrero de 2014, permitiéndosele, en el marco de la profunda crisis política que vive Venezuela, cambiar la cárcel por el arresto domiciliario y ya se encuentra nuevamente en su casa con su familia desde la madrugada de este sábado, informó el diario El País de España, tras recibir una confirmación de uno de sus abogados el español Javier Cremades, quien declaró que su cliente no aceptó  ninguna condición para su regreso a casa.

La medida oficialista,  confirmada por una resolución de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia,  coincide con tres meses de intensísimas protestas contra el régimen de Nicolás Maduro en las que han muerto ya casi un centenar de personas.

Según El País, al  momento de ser trasladado a su casa, López llevaba más de 90 días sin ver a sus abogados, los últimos 32 bajo condiciones de aislamiento severo en una torre del penal militar de Ramo Verde. El viernes en la noche la madre del dirigente, Antonieta Mendoza, había anunciado a la familia cercana que se trasladaría al penal para visitarlo. La liberación también la ha sorprendido. «Mantengo firme mi oposición a este régimen», ha escrito López en su mensaje leído por Freddy Guevara, dirigente de su partido Voluntad Popular, en las afueras de la residencia del opositor, donde se habían congregado decenas de personas. «Reitero mi compromiso de luchar hasta conquistar la libertad de Venezuela», ha añadido.

El Supremo ha informado en su página web que ha decidido otorgarle a López arresto domiciliario «en virtud de la información recibida sobre la salud» del dirigente opositor. Por esa razón, la Sala Penal ha decidido concederle una «medida humanitaria» al dirigente.

La liberación de Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular (VP) y exalcalde del municipio caraqueño Chacao ha sido toda una sorpresa, incluso para su familia. Miembros del grupo élite del Servicio Bolivariano de Inteligencia lo trasladaron a su casa desde el penal de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, a donde llegó a las 4.00 am hora local. Le colocaron un brazalete electrónico, según informó su padre, Leopoldo López Gil, exiliado en España.