Columna del periodista Fernández
En las primarias todos ganaron: Sebastián Piñera, que ocupó el primer lugar en el pacto derechista de Chile Vamos; Beatriz Sánchez, que obtuvo la mayor votación en el izquierdista Frente Amplio. Y vencedores se declararon también los otros candidatos de las dos coaliciones, que en realidad perdieron.
En el fútbol, como usted sabe, perdimos pero pudimos haber ganado ante Alemania. Es que la mala suerte se enredó en los pies de Marcelo Díaz que le pasó la pelota a un alemán justo a metros del arco chileno. Y claro, el adversario no dejó pasar tan magnífica oportunidad y anotó el gol. ¿Resultado final? Nos ganaron por la cuenta mínima. Pero Chile jugó mejor, ¿verdad?
– ¡Y a quién le importa el fútbol! –protestaba un distinguido intelectual que pidió omitir su nombre, para salvar su integridad física de las reacciones adversas que causaría su insólita desubicación. Lo que este señor no sabe es que el partido del domingo tuvo una trascendencia histórica: Si no se hubiera equivocado Marcelo Díaz –el jugador, no el ex Secretario General de Gobierno-, le habríamos ganado al actual campeón del mundo.
Luis Barrales es otro intelectual, actor y dramaturgo de 39 años, de gran influencia entre los jóvenes profesionales del teatro. Es el creador de la serie “Príncipes de Barrio” que exhibió Canal 13 entre marzo y mayo de 2015, donde el protagonista es un joven de un barrio pobre que asciende socialmente a través de su carrera como futbolista profesional. Cualquier semejanza con Arturo Vidal o Alexis Sánchez es pura coincidencia. A Barrales le gusta el fútbol. Incluso quiere estudiar dirección técnica. Pero le disgustan la “Marea Roja” de las barras y la vulgaridad de los relatores de la televisión:
– Detesto la llamada Marea Roja. A esa gente no le gusta el fútbol y arman peleas, insultan, son vociferantes, no entienden nada, creen que le vamos a ganar 10-0 a todos. Y la puerta de entrada a eso son estos relatores de palabras rimbombantes –dijo Barrales en declaraciones al vespertino “La Segunda” el pasado 30 de junio.
Si usted cree que el fútbol se parece a la política, tiene toda la razón. También en la política hay barras bravas, capaces de lanzar pedradas contra un candidato. Y así como en la cancha un jugador se puede equivocar, la candidata izquierdista Beatriz Sánchez tuvo que admitir su gigantesco error cuando calificó de “totalitario” al gobierno de Salvador Allende. “Pero soy capaz de reconocer que me equivoqué”, se justificó después.
Por eso el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, sostiene que en esta campaña electoral de las primarias “se ha pretendido transformar la ignorancia en una especie de virtud cívica”, según indicó en una entrevista con el diario “La Tercera” publicada este domingo, el día de la elección.
– Es sencillamente increíble que la rusticidad intelectual, en un caso, y el discurso naif y adolescente en otro, puedan ser considerados como algo razonable de ofrecer al electorado –agregó Peña, en aparente alusión al tono agresivo de Manuel José Ossandón, la vulgaridad de Piñera y la falta de preparación política de Beatriz Sánchez o Alejandro Guillier.
En la antigua Grecia, cuna de gran parte de nuestra cultura, es donde nació la democracia como sistema de gobierno. Es allí también donde los gobernantes promovían el deporte en las olimpiadas que se celebraban cada cuatro años, tal como ahora sucede con los campeonatos mundiales de fútbol.
Pero en la política y el futbol la influencia de un sistema de mercado se refleja en millonarias inversiones (o “aportes”, si usted prefiere), que ponen estas actividades al servicio de intereses económicos. Grandes empresas transnacionales patrocinan a equipos como la Juventus de Italia o el Bayer Leverkusen de Alemania. Y los equipos se convierten en empresas, como ocurre en Chile desde que los clubes se transformaron en sociedades anónimas.
En la política la influencia del dinero y los intereses privados es indesmentible.
Después del partido del domingo, la selección de fútbol deberá enfrentar las clasificatorias para el mundial de Rusia del próximo año. Después de las primarias, los candidatos a la Presidencia de la República tendrán que mostrar sus proyectos y ofrecimientos en la elección del 19 de noviembre, que será como el segundo tiempo de esta contienda, con la presencia de nuevos jugadores: Alejandro Guillier, Carolina Goic, José Antonio Kast, Marco Enríquez Ominami y algún otro.
Y si ninguno de ellos obtiene la mitad más uno de los votos, el 17 de diciembre tendremos un balotaje entre las dos primeras mayorías, que será como designar al ganador con tiros penales.