El fundador de la  popular empresa de transporte privado en el mundo UBER,  Travis Kalanick , renunció  este martes como director-gerente general presionado por los mismos inversionistas (Consejo de Administración Mundial).

En una carta, publicada por el diario The New York Times (NYT), el ejecutivo señala: «Amo Uber más que nada en el mundo y en este difícil momento en mi vida personal (la muerte de mi madre en un trágico accidente) he aceptado la petición de los inversores de hacerme a un lado para que Uber pueda volver a crecer y no distraerse con otra pelea».

El origen de todo esto es que varios accionistas se mostraron  molestos por diversos escándalos de discriminación sexual y laboral en la empresa que está representada en 80 países, como también se han evidenciado políticas nefastas en la gestión de los recursos humanos y prácticas sexistas en el día a día.

La empresa del exfiscal general de EE UU Eric Holder, hizo una investigación sobre las prácticas sexistas y otras, tras ser contratada a principios de año por una ingeniera de software que alegaba que la dirección de Uber había ignorado sus quejas y las de otras compañeras sobre situaciones de acoso laboral por parte de sus superiores, que derivó en junio en el despido de una veintena de empleados por problemas psicológicos y acoso sexual, según el NYT.

Otro problema es la fuga de talentos de la empresa como consecuencia de los problemas sexistas y discriminatorios ya descritos. Ahora mismo carece de director técnico, jefe de operaciones, presidente o director financiero.

A Uber no le falta el dinero pero sí una dirección clara. Actualmente funciona sin un director de operaciones, sin un experto financiero y sin director.

Cobro de propinas 

Según la prensa estadounidense, Uber ,  frente a la actual crisis,  quiere mejorar su relación con los conductores, que son un eslabón clave en su cadena de valor y también uno de los más débiles. No son empleados de la empresa, sino autónomos; no tienen seguro médico pagado por la aplicación y se quejan de tarifas cada vez más bajas. En varias ciudades de Estados Unidos ya se han efectuado protestas de conductores. En esta forma la empresa añadiría  las propinas de los pasajeros a los conductores, señalan informes de prensa.

En un correo interno la empresa lo explica así, según el NYT: «Hoy asumimos un compromiso que tendrá reflejo en los próximos 180 días y más allá. Estamos haciendo muchos cambios y mejoras para los conductores. Algunos serán grandes, otros pequeños. Pero todos atienden a cambios que nos habéis pedido». Las propinas son precisamente uno de los aspectos más polémicos. A los consumidores les gusta saber a priori el precio del viaje. Se valora positivamente como una mejora con respecto al sistema tradicional del taxi. En Uber el precio es cerrado y no se toca dinero. Los pasajeros temen, además, que su generosidad o tacañería pueda afectar a la valoración que se hacen mutuamente al terminar el viaje..

Por otra parte, una queja recurrente de los conductores era la pérdida de dinero potencial por el tiempo que pasan esperando hasta que llega el cliente. En lugar de invitar a cancelar y empezar un nuevo servicio, como hacen ahora cuando termina su paciencia, van a empezar a cobrar al pasajero a partir de dos minutos de demora que se darán como periodo de gracia.

Uber nació en los inicios de Facebook en Silicon Valley, bajo el lema “muévete rápido, rompe cosas”. Así Uber hizo suyas estas palabras y en ocho años de vida la empresa ya está valorada en 60.000 millones de dólares. Este valor es supuesto porque al no estar en la Bolsa, es difícil fijarlo  con exactitud. Ciertamente a Uber no le falta el dinero pero sí una dirección clara, dice el NYT.

Uber en Chile

Pese a las protestas de los taxistas tradicionales contra la aplicación, este servicio sigue creciendo también en Chile. El gremio se opone por considerar ilegal la aplicación de internet.  Entretanto, se encuentra en el Parlamento un proyecto de ley para regular las operaciones de Uber en el país enviado a finales de octubre de 2016.

Hasta marzo del año pasado, Uber contaba con 25 mil socios inscritos. Hoy los choferes suman 46 mil, según las cifras que entregó la empresa a los diputados, lo que registra un crecimiento en el número de conductores de 84%, en 10 meses, lo que en cifras significan 21 mil choferes más . Esto sólo contando los inscritos en Valparaíso, Concepción, Santiago, ya que no se entregaron cifras de Puerto Montt, Temuco, Iquique, La Serena y Coquimbo, donde Uber tambiéne está presente. Los usuarios de la aplicación, en tanto, suman 1,8 millones de personas. Igualmente conductores de Arica, Antofagasta, Calama, Copiapó, Ovalle, Rancagua, Talca, Valdivia, Osorno y Punta Arenas podrían incorporarse a la aplicación que ofrece este transporte privado.

Según Carlos Schaaf, gerente general de Uber Chile, el problema que podría suscitarse sería la creación de un impuesto específico a la aplicación, porque  complicaría el funcionamiento del servicio. “Nos preocupa que la creación de un impuesto especial y la prohibición del pago en efectivo restrinja el acceso al servicio y lo transforme en una alternativa de lujo, sólo para unos pocos”, comentó en La Tercera (archivo).

El gobierno anunció en marzo suma urgencia al proyecto de ley que regula el uso de plataformas tecnológicas en el sistema de transporte, como Uber y Cabify. Shaaf ha afirmado que como empresa «desde que llegamos a Chile estamos de acuerdo en que exista una regulación».

«La suma urgencia del proyecto de ley de Plataformas se presentará durante esta semana en el Congreso», detalló la titular de Transportes, Paola Tapia tras reunirse con representantes de los gremios de los taxistas, quienes han sido críticos de la instalación de estas plataformas.

Al respecto, Tapia señaló que «existe un consenso absoluto de que hay que regular esta materia», y agregó que «obviamente la propuesta del ejecutivo puede ser perfeccionada, por lo tanto, lo que estamos haciendo con la suma urgencia es, reiteró, priorizar la discusión en el Congreso, que es donde debe darse».

Los ejes del proyecto

El proyecto contempla entre otras medidas las siguientes:

  • Exigir a los choferes y socios de las aplicaciones que cuenten con licencias de conducir clase A: O sea, tener al menos 20 años y llevar dos periodos con licencia de tipo B, y pasar por una escuela de conductores.
  • Que automóviles sean de «alto estándar». Para esto se fijará una comisión.
  • El proyecto regulará las tarifas y formas de pago, estableciendo un sistema de cobro adicional por kilómetro recorrido.
  • Se terminaría con el pago en efectivo en estas plataformas.

Por otro lado, la nueva ministra explicó que «el proyecto de plataformas lo que hace es modernizar el sistema de transportes. El proyecto no solo busca regular a las plataformas, también mejorar la calidad actual del servicio de taxis, por lo tanto las regulaciones tienen que ser integrales».