Más de 26 mil usuarios continúan sin servicio de electricidad, donde en algunos casos ya supera los cinco días sin luz en la zona centro norte del país. Desde la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, señalan que ni las lluvias ni el viento constituyen motivos de fuerza mayor para suspender el suministro.
La situación se convierte en catástrofe ya que el corte de electricidad provoca la quema de sus electrodomésticos y en otros ha impedido la refrigeración de medicamentos de personas insulino dependientes.
Como un ejemplo se ha mencionado el caso de la panificadora El Olivo de Conchalí que durante el fin de semana dejó de producir mas de mil kilos del producto.
Hasta hoy, al mediodía, este sector panificador seguía sin energía eléctrica y, por lo tanto, sin poder trabajar. “Ya vamos por el tercer día de pérdida total, no tenemos cómo hacer funcionar las máquinas. Somos una empresa pequeña que recién está empezando. Esto nos perjudica mucho. Lo peor es que estamos en ascuas y no sabemos a qué hora volverá la luz”, relató Pablo Miranda, administrador del local al diario La Tercera.
Esta situación se repite en varias comunas de la capital y de otras regiones. Por ejemplo, a las 17 horas de ayer, en Providencia, varios sectores continuaban a oscuras. Fabio Machuca (75), jubilado y residente en un edificio ubicado en Avenida Holanda, explicó que “el viernes, a las 16 horas, se cortó la luz por unas ramas que cayeron al tendido eléctrico. Hoy vinieron trabajadores de Enel, pero no pudieron solucionar nada. Estuvieron un buen rato y se fueron. Esto es muy desagradable, entre los vecinos del edificio hemos hecho más de 50 reclamos y nada. Seguimos igual”, afirmó.
Maule era hoy la región más afectada con los cortes de luz. Al mediodía aún había 22.121 clientes sin suministro. María Alejandra González, vecina de Villa Florencia, en Talca, contó que “lo que más nos afecta es que tuvimos que botar comida que teníamos congelada. Creo que lo mínimo que debemos exigir es una compensación en nuestras boletas por las pérdidas que provocó este corte. Han sido muchas incomodidades”.
El director ejecutivo de la Asociación Gremial de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, señaló que el viento y las lluvias durante el sistema frontal, provocaron la suspensión del suministro en las regiones de Maule, Bío Bío y Metropolitana, lo que ha sido considerada una explicación absurda y que tiene sólo el objetivo de salir al paso ante la prensa, opinaron algunos expertos.
El superintendente de Electricidad y Combustibles, Luis Ávila, criticó la justificación entregada por las empresas eléctricas, afirmando que ni la lluvia, ni el viento, son motivos de fuerza mayor para suspender el servicio.
La Superintendencia de Electricidad y Combustibles ya inició una investigación para determinar la causa real de la suspensión del servicio y la responsabilidad de las empresas, las cuales se exponen a sanciones de hasta 10 mil Unidades Tributarias Anuales.
Hay algunos dirigentes vecinales que piden al Gobierno «que le consulte a la OCDE en París u a otro organismo internacional», para recibir de ellos una receta destinada a poder resolver el problema de falta de luz en Chile ante la incapacidad chilena. Esto lo dicen porque las autoridades frente a cualquier problema se refieren siempre a la OCDE u a otros organismos mundiales, como ejemplo de eficiencia y calidad. Las autoridades creen siempre que en ellos estaría la solución de nuestros problemas derivados del atraso y de nuestra falta de tecnología y mucha pobreza.
El ministro de Energía, Andrés Rebolledo, afirmó que esperará los resultados de la investigación para determinar «si cabe o no» una crítica a las distribuidoras.
Finalmente, ya se ofició a Enel, CGE y otros proveedores regionales, para conocer los motivos de la suspensión del servicio, realizando un trabajo coordinado con la SEC para entregar las compensaciones a las familias afectadas por los cortes de electricidad. Quiza el error de Chile fue haber privatizado y entregado a determinados consorcios empresariales la explotación de las redes sanitarias y eléctricas, se ha comentado en centros de estudios sociales.
Otra de las regiones afectadas fue el Biobío. Pasadas las 18 horas, todavía existían sectores rurales sin electricidad. Juan Sánchez Echeverría, quien vive en el camino a San Antonio, en la comuna de Yungay, comentó que llevaban tres días solo con velas y linternas. “En este sector hay siete familias y todas estamos sin energía eléctrica. Para cobrar no se demoran nada, pero para los cortes siempre tienen excusas”.
En la misma zona, Ariel Cubillos se quejaba del lento actuar de la empresa eléctrica. “Hemos perdido cosas para comer y para nosotros, como vivimos en el campo y andamos todo el día trabajando, no es llegar y salir a comprar”, señaló.
Rodrigo Castillo también respondió al llamado del intendente Claudio Orrego, quien pidió que las empresas mejoren su servicio utilizando sus utilidades, y aquellos que piden realizar trazados subterráneos del tendido eléctrico.
“El nivel de rentabilidad está alrededor del 6,7%, bajo lo normal de las empresas privadas. El total de la infraestructura tiene un costo de hasta 7 mil millones de dólares y cambiarlo a subterráneo, cuesta 30 mil y 50 millones de dólares. Me imagino que nadie piensa que las utilidades de las empresas son del mil por ciento”, dijo.