Marcela Mardones Rojas  alias “Ximena” confesó que ella estuvo en el lugar del crimen durante el asesinato del senador de la UDI Jaime Guzmán, ocurrido en la comuna santiaguina de Ñuñoa el 1 de abril de 1991, como confirmó el ministro a cargo de la causa Mario Corroza a Radio Bío Bío. “Ella confiesa que efectivamente estaba en el lugar, lo demás es detalle sobre cómo ocurrieron esos hechos», explicó el ministro.

Mardones fue detenida el viernes en el paso fronterizo de Peulla (región de Los Lagos) cuando intentaba ingresar con documentación falsa a Chile. Fue  integrante del grupo de fuerzas especiales del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y  en México se hacía llamar Patricia Fernández García.

Carroza interrogó a Mardones  el martes y ayer miércoles en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago, donde se encuentra en calidad de detenida.

Con respecto al atentado, su labor era chequaer la rutina del senador (en los días anteriores al crimen) y aparece cumpliendo también una misión el mismo día del asesinato. «Ella estaba ahí», insistió el ministro.

El magistrado dijo que las declaraciones de la mujer coinciden en los detalles con las que dio Ricardo Palma Salamanca –quien asesinó a tiros al parlamentario junto a Raúl Escobar Poblete (hoy detenido en México) -, antes de huir de la CAS en los años noventa.

Añadió Carroza que se  mantiene activa la solicitud de extradición que el mismo pidió a la Corte Suprema  contra Raúl Escobar “Comandante Emilio”, quien fue detenido en México el 2 de junio último como autor de varios secuestros

«Si eso es favorable nos pondremos en contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores para agregar todos los antecedentes que sean necesarios  y también estaremos en contacto con México para ver cómo se están dando las cosas allá». dijo.

Según fuentes de la investigación, como publicó La Tercera, durante la primera parte de su declaración, realizada el martes, Mardones se refirió a las acusaciones de ser una de las cómplices del asesinato del senador, donde confirmó su pertenencia al Frente, pero descartó su participación en el homicidio. Indicó que ella no estaba al tanto de que se planificaba el atentado ni que lo iban a asesinar. Ella fue la pareja hasta hace cuatro años de Raúl Escobar Poblete, el “comandante Emilio”, con quien tiene dos hijos. Respecto de su ruptura con Escobar indicó que se debía a “intereses incompatibles”. Además, declaró que realizaba “labores humanitarias”. El medio mexicano News San Miguel publicó fotografías de un viaje que ella realizó a Ghana.

Luego se le consultó sobre su huída de Chile. Ella indicó que después de lo ocurrido en Colliguay, donde fueron filmados en 1992 varios frentistas, no tuvo más contactos con los otros subversivos. Posteriormente, dejó el país por el mismo lugar donde fue capturada el viernes: el sector de Peulla.

Le manifestó al magistrado que vivió en Argentina, posteriormente en Brasil.  Agregó que estuvo un tiempo en Cuba y que finalmente llegó a la nación mexicana, estableciéndose hace 10 años en Guanajuato, donde fue detenido Escobar.

El documento que está anexado al expediente del crimen, el 1 de abril de 1991,  señala que “el día del homicidio se encontraba en el paradero de micros (buses), custodiando el vehículo que utilizaría para la fuga”. Estos antecedentes son parte de las evidencias que tiene el ministro en visita Mario Carroza para dictar su procesamiento, en calidad de autora del atentado. Otro de los puntos que toca el documento policial es su vinculación con el secuestro y amenaza de muerte de Cristián Edwards Del Río (hijo del recientemente fallecido dueño de El Mercurio Agustín Edwards Eastman y actual alto directivo del consorcio periodístico). “Para el secuestro, entre el 9 de septiembre de 1991 y el 1 de febrero de 1992, ella acompañaba en todo momento a ‘Emilio’, concurriendo frecuentemente a la casa-retén”, indican los detectives.