El partido del presidente francés, Emmanuelle Macron (en la foto con su esposa Brigitte Trogneux), del partido La República En Marcha (LREM), ha sido el más votado en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas de este domingo, con un porcentaje cercano al 32,32%, según los resultados definitivos, lo que debería permitirle conseguir el domingo próximo, en la segunda vuelta, una amplia mayoría absoluta a la que el presidente socioliberal aspira para sacar adelante su agenda de reformas.
Sobre la base de estos resultados, La República en Marcha (LREM) asociada con los centristas del MoDem podría tener entre 415 y 455 escaños (del total de 577 que hay en la Asamblea Nacional francesa) .
En esta forma, el terremoto político está a punto de consumarse. ¡La LREM!, el partido fundado por Macrón hace menos de un año, obtuvo un tercio de los votos en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias y está en condiciones de acumular una aplastante mayoría absoluta; salvo sorpresas de último momento, Macron disfrutará de un poder que ni siquiera Charles de Gaulle llegó a alcanzar.
Este resultado se dio después de una jornada que estuvo marcada por una abstención histórica, cercana al 50%, el Partido Socialista (PS) confirmó su hundimiento como formación de Gobierno en los últimos decenios, sufriendo una gran sacudida al quedar, con un 9,5 %, en quinta posición, por detrás del ultraderechista Frente Nacional (FN) y de la Francia Insumisa del líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon.
De acuerdo con las proyecciones de Ipsos, el PS se tendrá que contentar con entre 20 y 30 escaños, es decir que -con sus aliados- perderá al menos 250. El FN se llevó el 13,2 % de los votos y terminó en tercera posición en términos absolutos, pero debido a su aislamiento difícilmente podrá contar con un grupo parlamentario propio, con entre uno y cinco diputados.
La Francia Insumisa absorbió el 11 % de las papeletas y las proyecciones para el próximo domingo le auguran entre 8 y 18 diputados.
Los Republicanos, el partido gaullista, no sufrieron el colapso que temían y quedaron en segundo lugar (asociados con los centristas de UDI) con un 21,56 %.
que deberían traducirse en una horquilla de 70 a 110 diputados, menos de la mitad de los que tenía en la legislatura que acaba de finalizar.
Pero sus votantes tradicionales, desorientados tras la derrota en las presidenciales y la absorción de varios de sus dirigentes por el movimiento macronista, contribuyeron en gran medida a la bajísima participación. Otros factores que favorecieron el abstencionismo fueron probablemente la fatiga, tras meses de campañas sucesivas (primarias, presidenciales y ahora legislativas), y quizá las temperaturas, muy calurosas en gran parte del país. Por otra parte, la sensación de que Emmanuel Macron iba a obtener inevitablemente una gran victoria, como predecían los sondeos, desmovilizó a una parte del electorado. La desmovilización se hizo patente ya en la campaña, insulsa y rutinaria.
El secretario general del Partido Socialista francés, Jean-Christophe Cambadélis, admitió este lunes que la primera vuelta de las elecciones legislativas ha estado marcada por la caída “sin precedentes” de la izquierda en su conjunto y “principalmente” de su propia formación.
”No es sano ni deseable que un presidente elegido en segunda vuelta por el rechazo a la extrema derecha (caso Macron) se beneficie del monopolio de la representación nacional”, ha considerado Cambadélis, para quien la democracia francesa “no puede permitirse estar enferma”.
La abstención alcanzó ayer un nivel récord en la historia de la V República, con un 51,29 %, es la tasa de abstención más alta desde la fundación de la V República en 1958 y confirma el interés cada vez menor en las elecciones legislativas cuya participación, desde hace 20 años, no deja de caer. En 1997, la participación era de 67,92%, en 2012 ya había caído al 57%. La abstención puede tener un impacto en la segunda vuelta: eleva el porcentaje de votos necesarios para que se califiquen los candidatos finalistas. Y también en la financiación de los partidos: esta depende del número de votos percibido por cada formación.
“Hay cierto cansancio, tras una serie de secuencias electorales, con las primarias y las presidenciales”, dijo hoy la presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen.