La Universidad Santa María (USM) quedó enlutada desde el miércoles por la muerte de Miguel Castillo, quien cayó asesinado tras la represión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) contra una manifestación opositora en Las Mercedes, al este de Caracas.
Aunque los miembros de esa casa de estudios pudieron rendirle un homenaje el pasado jueves, caminando hasta el sitio donde el muchacho dio sus últimos suspiros, la pérdida de Castillo, que recién se había graduado como comunicador social, dejó afectados a sus profesores y compañeros, que exigieron justicia y el cese de la violencia.
Pero entre ellos, para el profesor Teodoro Franco, quien le impartió clases de fotografía, la muerte del muchacho no fue una más entre la lista de 39 fallecidos, por lo que hizo un llamado a mantener vivo su recuerdo.
“Es lamentable lo que ocurrió. Los muertos no se deben llevar como números, como una simple cuenta, porque son personas a las que les arrebataron la vida”, dijo Franco a El Nacional Web.
Precisó que si bien como docente ha tenido a muchos alumnos, en el caso de Castillo logró entablar una relación más allá de impartirle simples lecciones con una cámara, pues solían conversar cuando se encontraban fuera de las aulas.
“Más que un alumno, lo consideraba un amigo. Teníamos una relación de respeto y cariño. Recuerdo que solíamos conversar en los banquitos ‘Plaza Malandra’, como denomino el espacio que está junto a la escuela de Comunicación Social”, rememoró Franco, que estuvo a punto de ser padrino de la promoción 25, de la cual formaba parte Castillo.
Hizo un llamado al gobierno a no criminalizar a quienes asisten a manifestaciones y les indicó que quienes ostentan el poder son los únicos que manejan armas, por lo que no pueden atacar a civiles que se mantienen en conducta pacífica.