El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó, en declaración ante el juez Sérgio Moro, que no había pruebas de que hubiese cometido algún crimen y negó saber de pagos de sobornos por la constructora OAS a empleados de Petrobras y a su Partido de los Trabajadores. También dijo que no orientó al presidente de la constructora, Léo Pinheiro, a destruir eventuales pruebas del esquema de corrupción investigado por la Operación Autolavado.

Moro es el juez responsable, en primera instancia, de las acciones referentes a la Operación Autolavado, que reveló un esquema de pago de sobornos, lavado de dinero y evasión de divisas a través de contratos de prestación de servicios de constructoras con Petrobras.

Lula está acusado de haber recibido un millón de dólares en sobornos debido a tres contratos entre OAS y Petrobras. El Ministerio Público Federal sostiene que los valores fueron repasados a Lula a través de la reforma de un apartamento triplex en la ciudad de Guarujá, litoral del estado de São Paulo, y también por el pago del almacenamiento de bienes de Lula, como regalos recibidos en el período en que era presidente. El exmandatario es reo por corrupción pasiva y lavado de dinero.

Al ser preguntado por Moro si sabía que OAS repartía sobornos por medio de una “cuenta general” gestionada por el entonces tesorero del PT, João Vaccari Neto, Lula respondió: “Si yo tuviera conocimiento, ellos estarían presos hace mucho tiempo”.

En el testimonio, Lula afirmó que no existen pruebas, como escritura u otros documentos en su nombre, que certifiquen que el triplex sería suyo. “Si cometí un crimen, prueben que lo cometí. Presenten una prueba a la sociedad y Lula será castigado como cualquier ciudadano lo es. Pero, por Dios, presenten una prueba. Basta de chismes.”

Destrucción de pruebas

El ex presidente de OAS, Léo Pinheiro, habría afirmado que Lula le buscó en 2014 para saber si la constructora tenía registros documentales del pago de sobornos. Según Pinheiro, el expresidente habría pedido que las pruebas fueran destruidas.

Lula niega tal solicitud. “Encontré a Léo Pinheiro más de una vez, y jamás le dije lo que él afirma”, respondió. Según el expresidente, en aquella época de crisis económica, los empresarios le buscaban para pedir orientaciones sobre qué hacer para eludir las dificultades. “Incluso Léo”, agregó.

 

Al final, el expresidente criticó a la prensa, las filtraciones de información a los medios, y dijo que la denuncia contra él se basó en noticias periodísticas.

Moro refutó y dijo que la prensa no influenciará en este proceso. “Esa acusación es pública. No hay filtraciones respecto a esas acciones penales. Usted puede estar seguro que el proceso será substanciado basado en las pruebas y en la ley, y se tendrán en cuenta esas declaraciones que usted ha dado al respecto. Este no es el foro apropiado para que usted se queje del tratamiento de la prensa. El juez no tiene relación con lo que publica la prensa.”