El controvertido, fuertemente criticado y acusado golpista, Agustín Edwards Eastman, dueño de El Mercurio, falleció hoy a la edad de 89 años.
Edwards ha pasado a la historia como uno de los promotores del golpe militar y del gobierno de facto, operación en la cual puso a disposición del fascismo chileno todos sus medios de comunicación que recibían financiamiento de la Agencia de Inteligencia Central (CIA) de Estados Unidos con el objetivo de desestabilizar el gobierno de Salvador Allende.
En abril de 2016, un grupos de víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet presentaron una querella por “sedición” en contra del empresario por su eventual responsabilidad en la incitación al Golpe de Estado de 1973. Igualmente fue expulsado del Colegio de Periodistas por la falta de ética y atentar contra la libertad de expresión.
Según documentos desclasificados de la CIA, Edwards se reunió con el jefe de la inteligencia estadounidense Richard Helms, el 14 de septiembre de 1970, para discutir la llegada de Allende a La Moneda. En una declaración ante el juez Mario Carroza, reconoció el encuentro, pero descartó que el tópico de discusión haya sido derrocar al presidente recién electo.
«Se comentó la circunstancia de haber sido electo un presidente comunista en un país democrático, pero en ningún caso se pensaba en un Golpe de Estado o algo parecido», dijo ante la justicia, en declaraciones recogidas por Ciper Chile.
Sin embargo, los documentos desclasificados por Estados Unidos, revelan que en el encuentro entre Helms y Edwards se discutió el «timing para una posible acción militar».
La muerte de Agustín Edwards Eastman se produjo después de varios meses de rumores sobre su delicado estado de salud. Fue el presidente de el consorcio periodístico El Mercurio S.A.P., cuya dirección asumirá ahora su hijo primogénito Agustín Edwards del Río. Su muerte se produjo en su residencia de Graneros (Región de O’Higgins), donde espero la muerte tras permanecer largamente en coma inducido. Su salud empezó a deteriorarse en 2016. Asumió el mando de El Mercurio en 1958, convirtiéndose en el quinto Agustín en hacerlo.
Su gestión en la empresa estuvo marcada por su férrea oposición al gobierno de Salvador Allende, a su contribución al Golpe de 1973 y luego su condescendencia con la dictadura de Augusto Pinochet, cuyos crímenes y violaciones contra los Derechos Humanos ayudó a encubrir al ocultar o bien distorsionar información clave. De hecho, debido a eso, fue expulsado del Colegio de Periodistas en 2015 debido a graves faltas a las ética cometidas durante ese período, escribió el diario Dínamo.
En 1992 creó la Fundación Paz Ciudadana, cuya misión es la de aportar con conocimiento, información, metodologías y herramientas al diseño y evaluación de las políticas públicas para la seguridad ciudadana. La citada entidad fue creada después del extenso secuestro que sufrió su hijo, Cristián Edwards del Río, quien asumirá la dirección del diario El Mercurio, el órgano más importante de los casi veinte diarios y periódicos del Consorcio. Cristián fue secuestrado por una facción del Frente Patriótico Manuel Rodríguez en la década de los noventa.
Su funeral tendría lugar este martes 25 de abril, también en Graneros donde falleció.